Si hay algo que, casi por regla general, adoran los niños, éso es la música. Esta es la opinión del profesor y jefe de estudios del Conservatorio de Música del Occidente Chema García Fernández, quien ayer llevó a la escuela infantil Luis de Albornoz de Luarca un pequeño espectáculo musical.
El "miniconcierto" es novedad para la comarca y trata de enseñar a niños de entre 1 y 3 años conceptos como el ritmo, el timbre, la frecuencia y la debilidad o fortaleza de un instrumento musical. "Los niños son muy sensibles y a través de este tipo de sesiones se ven casi obligados a escuchar; son experiencias sonoras positivas", dice.
El espectáculo "La reina del silencio" traslada a los niños desde el vacío al sonido, desde la ausencia casi total de ruido a la música que generan un clarinete, un violín o un acordeón. "Es importante partir de la idea de que todo espectador es bueno, al margen de la edad", dice Chema García, quien opina que la cultura musical se debe trabajar desde bebés.
En la escuela infantil de Luarca se vivió ayer un día "especial", como reconoció su directora, Elena Salguero. "Empezamos con esta colaboración con el Conservatorio y veremos a dónde nos lleva porque no será la única". Salguero también participó en el pequeño concierto. Se disfrazó de reina, y entre una y otra canción se encargó de mostrar caras de alegría, sorpresa o tristeza.
El Conservatorio de Música llevará la pieza, con Miguel Pérez al clarinete, José Manuel González al violín y Ginés Fernández al acordeón, a otras escuelas del Occidente. El objetivo final es "hacer un programa más allá de las aulas y que el Conservatorio tenga cada más presencia en otros centros educativos y en la vida de la comarca", explica la directora, Rosario Álvarez. La próxima actividad alejada del horario escolar serán los conciertos didácticos.