Pocas cosas hay que unan tanto en la infancia y la juventud como disfrutar de un largo verano en un pueblo. Así sucede con un gran grupo de amigos repartidos por toda España y que se reunieron días atrás para verse, charlas y recordar sus estíos en Cangas del Narcea, lugar donde celebraron la cena. Desde la adolescencia mantienen una amistad que ha resistido al paso del tiempo y ha la distancia, pues muchos residen fuera de Asturias, lo que no ha impedido una nueva reunión.