Un grupo de vecinos de Figueras se reunió ayer frente a la iglesia para expresar su malestar por el robo, a finales de la semana pasada, de un "copón" (no fue un cáliz como trascendió inicialmente) de la iglesia de Figueras y por la tardanza del párroco, Juan Ignacio García, en presentar denuncia. "Es gravísimo y una irresponsabilidad total", precisaron los vecinos, molestos por que el párroco haya restado valor a un objeto que, más allá de su precio, forma parte del patrimonio local.

Por su parte, el párroco confirmó a este periódico que sí tomará cartas en el asunto: "Se presentará la denuncia". Indicó que el autor del robo "se llevó lo más importante, que es el Santísimo", es decir, el copón en el que se depositan las hostias consagradas. En todo caso, mantiene su tesis de que se trata de un copón pequeño y de reciente adquisición, por lo que considera que "no tiene valor histórico".