El interés por la castaña está repuntando en Asturias, y esta producción serviría como alternativa para la gestión de los montes. No obstante, los castaños se enfrentan a grandes retos, como su abandono y la afectación por enfermedades como el chancro y la plaga de la avispilla. Sus posibilidades y desafíos se están abordando en las IV Jornadas del Orgullo Rural que organiza la Escuela de Selvicultura del instituto Concejo de Tineo.

Ayer, el protagonismo fue para el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), que se encargó de contextualizar la situación del castaño en la región y hablar sobre las investigaciones que se están llevando a cabo. La investigadora Marta Ciordia aseguró que las líneas de investigación deben estar enfocadas a buscar resistencias en el castaño europeo frente a la invasión de la avispilla asiática y advirtió de que se debe actuar con más rigor y profesionalidad en medidas profilácticas para evitar infectar con chancros o diseminar la avispilla. "Hemos comprobado que las variedades de castaños tradicionales se infectan todas con la avispilla, y eso es un condicionante; tenemos los genotipos híbridos que son resistentes, pero hay que buscar soluciones para el autóctono si queremos que la especie perdure porque ¿quién nos dice que en cien años no tenemos otra plaga que ataque a ese híbrido y acabe con la especie si tenemos monocultivo?", planteó Marta Ciordia.

Además, Ciordia expuso los avances que se están dando en investigación para frenar los dos principales males del castaño: "El programa de fitopatología tiene un gran trabajo desarrollado sobre el conocimiento de los chancros, y solo nos falta sacarlo al campo y ver cómo funciona; en el tema de la avispilla trabajamos en la desinfección con el protocolo de la termohidroterapia, que es muy sencillo y hay viveros interesados en desarrollarlo".

La investigadora del Serida también insistió en el abandono del castaño, de su aprovechamiento frutícola y su nula gestión silvícola. Aunque reconoció que se está despertando de nuevo el interés por recuperar la tradición del castaño. "Estamos recibiendo llamadas de gente interesada en plantar castaño para fruta y que quiere variedades tradicionales. Tmbién hay un interés creciente en la zona de Las Regueras para potenciar la variedad valduna. Son pequeños pasos y deberíamos trabajar todos en conjunto", destaca.

En la Escuela de Selvicultura tinetense, el profesor Xosé Uxío Otero considera que una alternativa silvícola para los montes asturianos puede ser el castaño. "Hay una tradición grande de castaño que está perdida; de hecho, nuestros cultivos de castaño están totalmente abandonados y con estas jornadas queremos revalorizarlos", subraya.

Las jornadas continúan hoy en la escuela, abiertas al público.