En Asturias se encuentra la mayor mancha de castaño autóctono de toda Europa, pero no se aprovecha. Según los datos aportados por Juan Antonio Sánchez, director técnico de Irma S.L. y ponente de las Jornadas del Orgullo Rural celebradas ayer en Tineo, en 2017 había en Asturias 58.433 hectáreas de castaño, la mayor extensión de toda España, sin embargo la producción de castaña se quedaba en 140 toneladas, muy por debajo de las producciones de las regiones vecinas. Por ello, Sánchez defiende que en Asturias es necesario creerse que el castaño genera empleo y aboga por establecer formación y un plan de gestión.

"Es un producto asociado a las tradiciones asturianas, es el lugar donde hay más masa forestal de castanea sativa de Europa y la castaña es un producto muy demandado en toda Europa porque ya no tienen, unas circunstancias que nos llevan a decir que el aprovechamiento sostenible de las masas de castaño para fruto crearían empleo", subrayó Juan Antonio Sánchez. Además, destacó del castaño que es un árbol multifunción del que se puede aprovechar su madera y su fruto, que genera el crecimiento de setas y en su entorno se puede desarrollar el sector apícola, a lo que se suma que es un gran sumidero de CO2.

Sánchez puso como ejemplo zonas del norte de Portugal en las que familias viven del castaño, y reconoció que en los últimos tiempos se está viendo que hay un cambio de mentalidad y una apuesta por nuevas plantaciones. De hecho, aseguró que una nueva plantación de castaños bien cuidados puede estar en producción en tres o cuatro años y "es más rentable que los frutos rojos o el kiwi porque tenemos un ecosistema adecuado y cepas resistentes". Pero para que el sector desarrolle toda su potencialidad, el ponente recomendó apostar por la formación y que el gobierno regional se implique y cree un plan de gestión en el que ayude a los propietarios a combatir el chancro, la tinta y la avispilla.