Dar a conocer una pequeña parte del mundo rural y estimular a los alumnos a sentirse orgullosos de su cultura y lugar de residencia. Son algunos de los objetivos del proyecto "El huerto escolar" del Colegio Rural Agrupado (CRA) Pintor Álvaro Delgado, con escuelas en los concejos de Valdés y Navia.
Los alumnos que participaron en esta propuesta educativa, todos los del ciclo de Primaria, diseñaron un expositor "con el que se pretende ahondar en el trabajo por proyectos y en un eje temático que trabaja las distintas áreas", explica la directora, Carmen Rodríguez.
En las aulas esbozaron primero e hicieron después un espantapájaros, y también recordaron todos los alimentos que da la tierra de cultivo que se trabaja.
El proyecto tuvo "el honor" de viajar a la segunda edición de la feria de innovación educativa de Gijón, dando la oportunidad al alumnado de "abrirse a otras realidades educativas, contemplar nuevas posibilidades en el ámbito escolar e imbuirse de un ambiente positivo y estimulante", explica la directora. Los alumnos también hicieron un trabajo especial: ser los embajadores de un CRA que lucha por mantenerse abierto en la zona rural asturiana ante los cien centros escolares que participaron en la cita y los casi 1.200 alumnos y 300 docentes que se congregaron en el recinto.
El colegio Pintor Álvaro Delgado es el único con la categoría de rural de Valdés y Navia. Pudo participar en la cita por sus métodos de trabajo innovadores, que no tienen nada que envidiar a los desarrollados en las urbes.
El trabajo del huerto permitió a los alumnos participantes conocer algunos de los puntos fuertes de esta zona asturiana y también ahondar en las posibilidades de la agricultura de una comarca donde, históricamente, ha tenido mucho peso el sector primario.
Más allá del viaje a Gijón y de ser por un momento los oradores elegidos para transmitir un mensaje concreto, "los alumnos aprendieron de otras experiencias y trabajar activamente en talleres lúdicos y didácticos", explican los profesores. Según los docentes del CRA, proyectos como el huerto escolar "encantan" a los alumnos.
A la feria de la innovación viajaron solo 12 alumnos en representación de todos los matriculados en las distintas escuelas (Anleo, Cadavedo, Otur, Moanes y Barcia). Los proyectos permiten además ahondar en casi todas las disciplinas sin necesidad de seguir solo las pautas de un libro, que tienen a ser un método "más aburrido" para los niños.