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Veinte años de la chispa del bolo vaqueiro

"Íbamos por los pueblos a jugar y los mayores se emocionaban", dicen los cangueses que resucitaron el deporte autóctono, que serán homenajeados

Manuel Rodríguez y Francisco Álvarez colocan los bolos en la bolera de Bimeda. D. Á.

La recuperación del juego de bolos en Cangas del Narcea cumple veinte años. Todo comenzó como un reto para demostrar que el juego tradicional que se solía practicar los domingos y festivos por las tardes en los pueblos podía federarse, objetivo que se logró en 2001, consiguiendo además que se iniciase la actividad competitiva oficial de la modalidad de bolo vaqueiro que se mantiene hoy en día.

Fue el grupo de amigos formado por José María Collar, de Gedrez; Eloy Collar, de Moal; Alfredo Collar, de Gillón, y Manuel Rodríguez, de Rengos, quienes empezaron a dar los primeros pasos en 1999 para formar la Asociación del Bolo Vaqueiro y darle el impulso que necesitaba el juego de bolos para no desaparecer. "Nos juntábamos para ir por los pueblos a jugar y a comer una parrillada, y veíamos cómo la gente mayor salía y se emocionaba", recuerda Manuel Rodríguez.

En ese momento no se jugaba ya de forma habitual en las boleras de los pueblos, tan solo coincidiendo con la fiesta o algún día puntual. Pronto el grupo creció hasta los 13 hombres que decidieron sacar el proyecto adelante y cuyo empeño será reconocido el viernes en la inauguración del Congreso internacional "Los juegos tradicionales hoy", que se celebra en Cangas del Narcea.

En el inicio de la actividad competitiva en 2001, el bolo vaqueiro contó con más de 70 licencias y 12 equipos, viviendo su mayor esplendor en los años 2007, 2008 y 2009, cuando había 43 equipos y unos 300 deportistas federados. "En los primeros 10 años fue todo en crecimiento, recuerdo ver hasta 300 personas viendo los partidos en la bolera de Bimeda", señala Francisco Álvarez, presidente de la asociación desde 2003. En la actualidad, la asociación cuenta con 250 socios y hay unos 200 deportistas federados, consecuencia del despoblamiento de las zonas rurales que, según explica la asociación, ha hecho que muchos equipos hayan tenido que desaparecer.

No obstante, la Asociación de Bolo Vaqueiro no ceja en su empeño de continuar transmitiendo la tradición y la cultura del juego de bolos a las nuevas generaciones, por lo que desde sus inicios se implicó en la promoción del deporte base. Cada año los colegios de Cangas del Narcea, pero también de Allande, Ibias y Degaña, practican en sus clases de Educación Física bolo vaqueiro, con la ayuda de monitores de la asociación, y se organiza una competición entre todos los centros en el mes de junio.

El sueño de la asociación es poder tener una bolera municipal, reclamada desde sus inicios.

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