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EVARISTO GUARDADO | Hermano mayor de la Real Hermandad del Buen Jesús Nazareno, deja el cargo tras 37 años

"He hecho lo posible para que las mujeres pudiesen participar"

"Dejo el listón alto y, precisamente por eso, espero que tras mi marcha haya continuidad"

Evaristo Guardado. A. M. SERRANO

Evaristo Guardado dejará de ser hermano mayor de la Real Hermandad del Buen Jesús Nazareno de Luarca tras la Semana Santa. Dice que está "cansado". Lo ha pasado "mal" los últimos dos veranos por el estrés que le generó organizar las procesiones. Su marcha, después de 37 años al frente de la cofradía religiosa luarquesa, abre un período de incertidumbre.

- ¿Qué ha ocurrido?

-Nada especial. No me marcho por nada. Me dejé la vida y la piel en esta Real Hermandad. Cuando yo llegué estaba todo abandonado. Ahora hay garantías. Las tallas y los pasos están restaurados y en condiciones de salir. Simplemente estoy cansado. Voy a cumplir 82 años y para organizar la Semana Santa y estar al frente de la cofradía se necesitan tiempo y energía.

- ¿Cómo será el proceso de elección del próximo hermano mayor?

-No hay fecha. El presidente nato de la Real Hermandad es el cura párroco y debo hablar con él antes de hacer otro trámite. Después, hay que convocar una asamblea, y ver si hay candidatos y si éstos aportan los documentos necesarios para postularse como hermano mayor. Solo se necesita, que se sepa, ser cofrade. Yo añadiría algo más: "muchas ganas de trabajar". Antes de ocupar yo este cargo, se organizaba la Semana Santa y ya está, ¡hasta el próximo año! La Cofradía no tenía sede y los pasos casi se abandonaban tras las procesiones. Ahora disponemos de un dinero para hacer cosas y también de un local en la calle Lobo de Luarca. Y son propiedad de la Hermandad los sótanos que están justo detrás, hoy por hoy inutilizados.

- ¿Seguirá todo igual tras su marcha?

-No es por presumir, pero el listón queda alto. Precisamente por ello espero que haya continuidad.

- Al cargo no se pueden presentar mujeres porque los estatutos no lo permiten. Las mujeres tampoco pueden ser costaleras o tiradoras. ¿Valoran un cambio?

-La Real Hermandad reúne a casi 2.000 familias y claro que hay mujeres... Hay cofrades mujeres. Yo no puedo cambiar los estatutos. Para hacerlo se requiere de un trámite y de un consenso. Hay que hacer un análisis de la situación y hay que meditar. Los cambios no pueden hacerse de un día para otro. La Real Hermandad tiene siglos de historia y nunca hubo hermana mayor. Por mi parte, creo que he hecho lo posible para que las mujeres pudieran participar en la Semana Santa de Luarca. Les he dado opciones. Ahora es habitual ver a niñas portando las insignias y las cruces o con los báculos. ¿Qué más puedo hacer? Mire, en una asamblea, hace unos años, propuse que las mujeres hicieran más cosas. Es cierto que logré el cambio, pero tuve alguna pega por parte de algún cofrade... Con ello quiero decir que no todo es tan fácil como parece.

- ¿Cree en la igualdad?

-Sí. Ni fuí, ni soy, ni seré machista. No estoy en contra de la mujer y creo que hay mujeres tanto o más fuertes que un hombre para llevar una imagen religiosa. No es cuestión de fuerza. Pero necesitamos grupos para el traslado, gente que quiera participar, y de las tallas deben tirar grupos igualados, con gente de fuerza y altura similares.

- En la procesión del Rosario del pasado verano fueron mujeres las que llevaron a la Vírgen.

-Esa procesión la organiza la Cofradía de Pescadores. No tiene nada que ver con la Semana Santa. Las mujeres, durante la Semana Santa, tienen peso en la procesión del Cristo Resucitado. Y hacen una labor extraordinaria. En fin, no me gustan estas polémicas. Cuando pienso en las personas que me critican, pienso que nunca se dirigieron a mí para preguntarse si necesitaba algo; para echarme una mano con la cuestión de organización que fuera... Nunca recibí ninguna comunicación felicitándome por la labor que hice en la Real Hermandad. Y el trabajo está ahí: lo sabe todo el pueblo de Luarca y lo saben todos los cofrades.

- ¿Cree que se cambiarán los estatutos?

-No sé. En caso de cambio, tendría su peso la opinión de la Iglesia. Si la cofradía quiere ser mixta en el futuro para todo, que lo sea. A mí eso no me va a quitar la fe. Me la inculcó mi abuela paterna, Rogelia Rodríguez. Después siguieron con esa labor mis padres y la fe en el Nazareno está ahí, intacta.

- ¿Qué espera de la Real Hermandad del futuro?

-Los tiempos están cambiando mucho. Yo puedo hablar de lo que yo entendía como Real Hermandad, pero ya ve que cada vez hay más problemas. Pese a todo, me llevo un gran recuedo. Ser hermano mayor fue un premio que tuve en la vida, un honor.

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