En 1988 Begoña Boto y su marido Alfonso Rodríguez pusieron en marcha un proyecto empresarial en la pequeña aldea coañesa de Abredo, recogiendo el saber tradicional de la madre de Alfonso, que años atrás se había dedicado a la elaboración y venta de quesos artesanos. De ahí nació la quesería Abredo, la única de Coaña y una firma que lleva el nombre de su concejo natal a diferentes puntos de dentro y fuera de la región.
El consistorio coañés les rindió ayer homenaje al entregarles el primer premio "Profetas en nuestra tierra" por "ser ejemplo de búsqueda de rentabilidad en el sector lechero, de esfuerzo por mantener una tradición familiar, de calidad en el sector alimentario y de producto embajador o descubridor del municipio de Coaña".
"Necesitamos aplaudir vuestra valía y vuestro esfuerzo porque vuestra hazaña empresarial es intachable y porque además, vuestra calidez humana es excepcional", señaló la teniente de Alcalde, Rosana González, al tiempo que repasó la trayectoria de la firma y el peso que tuvo para los fundadores su "amor hacia lo rural, hacia el terruño".
La madre de Alfonso, Rosa García, rememoró ayer aquellos años en los que empezó a hacer queso en casa: "Era muy cansado, porque se hacía todo a mano". Por eso, cuando su hijo le comunicó su decisión de montar una quesería no lo vio con buenos ojos, aunque ahora reconoce que la idea funcionó. "Lo recuperé por sacar más rendimiento a la ganadería y resultó bien", apunta Rodríguez, al tiempo que indica que, aunque se hizo una apuesta tecnológica, se mantiene la forma de elaboración tradicional. Además de queso, hacen requesón y arroz con leche, dos productos de gran tirón.
Alfonso agradeció el reconocimiento e hizo hincapié en "la importancia de que los pueblos se mantengan vivos", por eso animó a los jóvenes que tengan una idea ligada al rural y les pidió "que trabajen mucho y hagan productos de calidad".
El gobierno local mostró su "orgullo" por el buen hacer de la quesería y se comprometió a trabajar para recabar apoyos del Principado y lograr una traída de agua municipal para el pueblo (tienen un proyecto redactado de más de 500.000 euros). Se trata de una necesidad del vecindario y de la quesería, que en momentos puntuales se ve obligada a recurrir a cisternas para poder trabajar.
El galardón se entregó en el marco de la feria Agroarte, que recibió un buen número de visitas.
