Maña es lo que se necesita para hacer correctamente el bandeo de pendones, una tradición del siglo XI que se puede ver en Piantón, Vegadeo, durante la jornada que celebra el encuentro de la Virgen con su hijo resucitado. Así lo explican sus protagonistas.

Este año, Isaac Latorre se encargó por primera vez de hacer ondear la bandera negra. Su abuelo es de Piantón y él se siente "orgulloso" de participar en estas fiestas. "Nos implicamos para que no se pierdan las tradiciones y porque lo llevamos en la sangre", dijo ayer antes de agitar la tela oscura que, por un breve espacio de tiempo, lucha contra la bandera blanca. Una representa a la muerte y otra a la vida. Gana la última, que se coloca sobre el mástil de la tela negra.

José Ramón Iglesias es el encargado de llevar la bandera blanca y de hacer que triunfe sobre el mal. Tiene especial destreza para llevar a cabo el bandeo de pendones porque lo practica desde hace 38 años. "Me enseñaron mi padre y mi abuelo; siempre da respeto, pero lo que se necesita, más que fuerza, es maña", explicó poco antes de iniciar el bandeo.

Para escenificar la Resurrección de Cristo también se necesita de menores. Andrés Martínez, de cinco años, vecino de Castropol y con familia en Piantón, se encargó de representar al ángel. Este personaje es el que sube al arco hecho por los vecinos (con una cuidada ornamentación floral) para retirar a la Virgen del manto negro y decir tres veces "¡Aleluya!". Justo al terminar, un grupo de palomas echa el vuelo. Es otro de los momentos especiales de la jornada, el que hace arrancar los aplausos. A continuación, el párroco, que aguarda en un palio protegido por hombres, muestra el Santísimo Sacramento al público y a la Virgen. Se inicia entonces una pequeña procesión que lleva a la talla, siempre mirando hacia atrás, hacia el Cuerpo de Cristo. A pocos metros de la iglesia suenan los tambores del grupo de percusión "Folixa" y repica la campana de un templo que antes celebró una misa especial. Todo anuncia la esperada noticia de la Semana Santa: la Resurrección de Cristo y un encuentro de madre e hijo.

"Es un día especial para los que somos de Piantón", destacó Blanca Villanueva, vecina de pueblo. Su casa familiar tiene vistas a la plaza donde se hace el esperado bandeo de pendones. "Para los vecinos es un día señalado en el calendario", explicó. Su sobrina, Silvia Méndez Lombán, viajó desde Vigo para acudir a la cita religiosa. Contó orgullosa que forma parte de una familia muy conocida de Piantón, "Los Diestros": 22 hermanos que en su día lucharon como hacen los vecinos de hoy por mantener viva esta tradición. Ayer acudió al bandeo y a la procesión con su hijo, Nuno Fernández, al que quiere mostrar esta parte de la historia de Piantón. "Nos mueve el recuerdo y el amor por el pueblo", opinó.

Muchos habitantes de la comarca se acercan para reconocer el esfuerzo del pueblo vecino. Se puede ver a residentes del limítrofe concejo de Castropol y a muchas personas que habitan otros puntos del municipio veigueño.

La alcaldesa de barrio, Pilar Baldonedo, está "satisfecha" con la campaña de promoción de la Semana Santa piantonesa que se hizo este año. "Ahora tenemos asegurada la continuidad, y solo esperamos mejorar lo presente", dijo. Necesitan, añadió, "renovar y ampliar vestuario y contar con más personas. Es la clave, que la gente se mueva por esto, que se sienta orgullosa de la Semana Santa tan singular que tenemos y participe y acuda como público".

Este año, el Ayuntamiento de Vegadeo editó, gracias a una ayuda del Ministerio de Cultura, un folleto especial de la Semana Santa de Piantón, una de las más singulares de la comarca occidental por las singularidades de jornadas como la que se celebró ayer. Se repartieron 10.000 ejemplares.