El cosmonauta ruso Yuri Usachev (Donetsk -no confundir con la ciudad ucraniana del mismo nombre-, 1957) fue recibido ayer en Luarca como una auténtica estrella y él, con una sonrisa de oreja a oreja y luciendo una particular corbata con la imagen de un astronauta, le quitó hierro al asunto y se mostró accesible, parlanchín y dispuesto a saciar la curiosidad que las personas de a pie tienen sobre el espacio. Además de contar las experiencias vividas en sus cuatro viajes especiales, no desaprovechó la ocasión para advertir sobre los riesgos que se ciernen sobre el planeta Tierra: "El problema de la contaminación está creciendo de una manera exagerada y muy preocupante. El planeta es un organismo vivo; por eso, si continuamos agrediéndolo, puede responder de manera imprevisible".

Preguntado por si esta situación abocará a buscar otros lugares en el espacio donde preservar la vida humana, se mostró rotundo: "Lo que tenemos que hacer es proteger y cuidar el planeta. Es como nuestra casa: no cambias de casa porque está sucia, lo que haces es limpiarla. Pues esto es cuestión de conciencia colectiva". En este sentido, lamentó que a punto de cumplirse el medio siglo de la llegada del hombre a la Luna aún sigan allí los aparatos usados por el "Apolo": "Solo una pequeña parte del aparataje empleado se llevó de regreso, el resto seguirá allí eternamente ensuciando la Luna. La ciencia debe lograr que con lo que se llegue a un planeta sea lo mismo con lo que se salga; no debemos dejar basura", añadió.

Usachev, que visitó Luarca dentro del programa promovido por el Parque de la Vida para conmemorar el medio siglo de la llegada del hombre a la Luna, contó a las más de trescientas personas congregadas en el Instituto Carmen y Severo Ochoa que las dos cosas más especiales de viajar al espacio son experimentar la ingravidez y poder contemplar desde allí "lo maravillosa y bonita" que es la Tierra. Se refirió a la ingravidez como "un sentimiento de ligereza y de euforia" que hace que merezca la pena el largo proceso de formación que viven los astronautas.

No tardó en salir a la palestra una de las cuestiones más esperadas: la posible existencia de vida extraterrestre, y Usachev fue directo al grano: "Pienso que no somos los únicos que estamos en el Universo". Eso sí, a renglón seguido afirmó que "no estamos preparados para tener un encuentro con extraterrestres".

Sobre la carrera espacial, Usachev se mostró contundente sobre la necesidad de huir de la histórica rivalidad entre potencias. "Cuando uno da vueltas alrededor de la órbita terrestre se da cuenta de que esto es una estupidez", precisó. Consideró el especialista ruso que precisamente la Estación Espacial Internacional supuso un hito por ser el primer proyecto colectivo en el espacio: "Deben desarrollarse más este tipo de proyectos porque lo importante no es competir, sino el conocimiento". También se mostró crítico con la militarización del espacio y cuestionó la visión de los políticos, a los que, añadió, logrando un gran aplauso del público, "habría que mandarlos al espacio durante un tiempo".

El cosmonauta ruso aprovechó para reinvidicar el valor de los especialistas en los viajes espaciales, en respuesta a quienes apuestan por el envío de robots: "Lo que esperamos son las emociones humanas de los que lo ven, no que nos manden fotos".

Usachev cerró su visita a Luarca colocando su huella en el Camino del Universo creado en el Parque de la Vida.