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Víctor Loché, el veterinario de Gijón que adora Vegadeo: "Estoy a su disposición"

"Si todos fuésemos como él, la sociedad sería mejor", dicen en la peña sportinguista, que impulsó un homenaje con más de trescientos vecinos

El alcalde, César Álvarez; la concejala de Cultura, Arancha González; Alejandro Murias; Loché; su mujer, María Teresa Álvarez; la alcaldesa en funciones, Alba Álvarez; el edil del PP Manuel Álvarez, y Cristina, hija de Loché, tras la ceremonia celebrada en el Consistorio. T. CASCUDO

Pocos minutos antes del inicio de la procesión de la Soledad, que se celebra cada Viernes Santo en Vegadeo, recibió una llamada de un amigo que requería su presencia al registrarse una baja de última hora entre los costaleros. No hubo que decir más, pues inmediatamente se presentó en la iglesia para prestar ayuda. Es un ejemplo de lo que es Víctor Loché, el veterinario gijonés que ha robado el corazón de los veigueños por su eterna disposición para colaborar en las más variadas causas. Con motivo de su jubilación el Ayuntamiento de Vegadeo le ha nombrado "Vecino Distinguido", una condecoración propuesta por la peña sportinguista, que ayer le organizó una comida de homenaje en el recinto ferial a la que asistieron más de trescientas personas.

El presidente de la peña, Alejandro Murias, lo tiene claro: "Si todos fuésemos como Víctor, la sociedad sería mucho mejor. Es una persona con un corazón inmenso y que lo da todo por los demás. Es un auténtico ejemplo como persona". Cuando el colectivo que preside supo de la jubilación de Loché el pasado 4 de abril se puso manos a la obra para rendirle "un merecido reconocimiento". La respuesta fue masiva porque tanto personal como profesionalmente ha dejado una gran huella en la comarca Oscos-Eo a la que llegó en 1978 para ejercer como veterinario. Loché (Gijón, 1954) asegura que es "un honor y un orgullo" recibir el reconocimiento de la gente, también el del Pleno, que por unanimidad aprobó nombrarlo "Vecino Distinguido". En la ceremonia de entrega la Alcaldesa en funciones, Alba Álvarez, destacó la importancia "de reconocer a gente que hace tanto por el municipio".

"Por muchos premios que reciba seguiré siendo el mismo y aquí estaré para ayudar a los demás en todo lo que pueda", añadió Loché que tiene por lema en la vida hacer las cosas sin esperar nada a cambio. "No hay nada más gratificante que hacer las cosas porque te apetece", precisó. Desde que llegó a suelo veigueño se implicó por completo con el vecindario colaborando en todo lo posible, desde actividades deportivas a fiestas de todo tipo. "Me tocó desde Rey Mago a dar el pregón del Carnaval", apunta.

Aunque no paran de preguntarle si tras su jubilación regresará a Gijón, él responde que tanto él como su familia están a gusto en Vegadeo y por eso, añade, "aquí seguiremos hasta que la salud lo permita". Dice que ahora dedicará su tiempo libre a la pesca, el huerto y a pasear y, por supuesto, a seguir ayudando. "Para lo que no sirvo es para Alcalde, eso ya lo digo, pero para lo demás, el pueblo me tiene a su entera disposición. Me da lo mismo ayudar en una procesión, que en una carrera o en una comisión de fiestas. Lo que manden, no hay problema", apostilla.

Otro colectivo que sabe bien de su disposición es el club Baloncesto Vegadeo. Su presidente, Borja Vera, asegura que Víctor, que también presidió durante años la entidad, "siempre estuvo involucrado con el club, de manera altruista y con la mejor de las sonrisas".

El entrenador y exregidor veigueño, Juan Antolín Rato, ofrece una visión muy parecida: "Todo el mundo lo quiere; es muy servicial".

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