El monasterio de Santa María la Real de Obona (Tineo) abrió ayer sus puertas al gran público para celebrar un acto cultural, la proyección de la película "El crucigrama de Jacob", basada en la novela de la asturiana Ana López Martín. El Ayuntamiento tinetense impulsó esta iniciativa con el fin de ensalzar el valor patrimonial e histórico del conjunto, que data del año 780 y está visiblemente abandonado para disgusto de vecinos y amantes del arte en general. La concejala de Turismo, Raquel González, asegura que se trata de un acto "simbólico" que abre la vía para promocionar la importancia del cenobio tinetense, que guarda una talla románica de un Cristo de incalculable valor y ha llegado incluso a colarse como imagen promocional de la Royal Opera de Londres.
En Tineo hay respaldo a la iniciativa para recuperar Obona. El presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior, Laureano Víctor García, destaca la importancia: "No se le da la que debiera tener; ya el rey Alfonso IX ordenó que todos los peregrinos pasaran por este monasterio". Según García, el monasterio debería estar en mejores condiciones y promocionarse en el mapa asturiano que muestra los grandes cenobios asturianos, como el de Cornellana.
Por estar en plena campaña electoral para los comicios locales y autonómicos, el gobierno de Tineo se desvinculó de cualquier petición de reforma a una administración superior. La concejala Raquel González explica que hay dudas de la propiedad del cenobio y asegura que sobre la mesa había un compromiso de las tres administraciones para restaurarlo. Dentro de la misma jornada se organizó una limpieza del tramo del Camino de Santiago que discurre entre Tineo y Obona. La campaña movilizó a una veintena de voluntarios. Gabriel Corradini participó en el encuentro. Apuntó que a lo largo del tramo se encontró con "basura de las explotaciones ganaderas, no de peregrinos". Se recogieron entre 250 y 300 kilos de desecho.
