La demanda de metales es creciente y la minería asturiana tiene una oportunidad. Lo dijo ayer en la semana cultural del instituto de Luarca la ingeniera y profesora de la Universidad de Oviedo Nieves Roqueñí.
"Vamos a necesitar recursos para afrontar la transición energética, y Asturias tiene esos recursos", afirmó Roqueñí. Como ejemplo, los motores eléctricos necesitarán "cantidades importantes de cobalto, presente en la sierra del Aramo". Roqueñí aseguró a los alumnos que hoy en día la minería no genera el impacto de antaño y, "sin duda, para el medio ambiente es mejor desarrollar la minería en países donde la actividad está regulada". "Si no se hace aquí, se hará en Senegal, donde probablemente no habrá garantías de nada", destacó.
En este sentido, aseguró que hay que dejar de ver con recelo desarrollos mineros como los previstos en Barcia o Tapia de Casariego, "porque aquí tendrán evaluación de impacto ambiental. Es decir, no habrá minería que no sea sostenible", subrayó.
Roqueñí animó a los estudiantes a interesarse por la ingeniería de minas porque tiene tirón laboral: "El 60% de los alumnos que acaban los estudios encuentran trabajo antes de seis meses".
