Los naviegos Natalia López e Iván Martínez están detrás de los rollos de hierba ensilada de color rosa que estos días pueblan campos y ganaderías de Navia y Valdés en apoyo a las enfermas de cáncer de mama. "Nos lo propuso la empresa a la que compramos el plástico y aceptamos porque la causa me pareció loable y, si se puede, hay que ayudar", dice Iván Martínez, portavoz y familiar del negocio de servicios agrícolas de Villapedre que ha hecho posible este cambio de paisaje en las praderas.
La propuesta se encuentra al principio con alguna reticencia por parte de los compradores del plástico. "Lo habitual es usar el negro o el blanco, y cuando dices que solo tienes material en rosa algún ganadero se extraña, pero explico el motivo y... ¡magia!: no hay marcha atrás, todos se vuelcan", añade.
Los rollos de ensilado rosas se pueden ver en Navia y en Valdés, y pronto se extenderán a Coaña. La empresa de servicios agrícolas propiedad de los padres de Natalia López es la encargada de ofrecer el suministro. Han hecho 1.500 rollos de ensilado rosa y en la sede hay material para "diseñar" el doble. "Cuanto más apostemos por estas iniciativas, mejor", dice Iván Martínez, dispuesto a pedir más plástico rosa y a tener en cuenta esta posibilidad en años venideros.
La familia se suma a la causa contra el cáncer de mama porque han tenido que pelear: luchó contra la enfermedad la abuela de Natalia. "Me pregunto quién no conoce a alguien que ha tenido cerca esta lacra", dice Iván Rodríguez. "Para todas esas personas, el campo tiene ahora un recuerdo", concluye el joven. La empresa naviega suministra el plástico al mismo precio y asume los costes, más elevados, de enrollar en este color. Una parte de lo recaudado se dedicará a investigaciones contra el cáncer de mama.
