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Oscos-Eo, el reto de ser pocos

"No hay ningún problema más urgente que el de frenar el despoblamiento", dicen los expertos ante los comicios

Un encuentro de mayores en Taramundi. T. CASCUDO

En 1998 la comarca Oscos-Eo, la más occidental de Asturias, sumaba 12.545 habitantes. Dos décadas después, según datos del Instituto Nacional de Estadística, la cifra ha descendido hasta los 9.564 habitantes. Frenar esta espectacular caída demográfica será el principal reto compartido de los siete concejos de la comarca (Castropol, Vegadeo, San Tirso de Abres, Taramundi, San Martín de Oscos, Villanueva de Oscos y Santa Eulalia de Oscos).

"No hay ningún problema más urgente que el de establecer los instrumentos que permitan frenar el despoblamiento", defiende el veigueño Juan Santiago, recién jubilado de su puesto como gerente de la asociación InterEo, que agrupa a los catorce municipios de la Reserva del Eo. "Es un problema de recursos y de voluntad", apunta, convencido de que la única estrategia para combatir la caída poblacional pasa por generar actividad económica.

El territorio también trabaja en los últimos años por reforzar vínculos con los municipios más cercanos, tanto de Asturias como Galicia, con los que comparte situación y problemática. En el lado gallego la colaboración es especialmente cercana con los siete concejos gallegos (Ribadeo, Trabada, A Pontenova, Ribeira de Piquín, Baleira, A Fonsagrada y Negueira de Muñiz) con los que comparte la Reserva Río Eo, Oscos y Terras de Burón. Del lado asturiano, se han estrechado vínculos con la comarca más inmediata, la que conforman los nueve concejos del Parque Histórico del Navia (Tapia, El Franco, Coaña, Navia, Villayón, Boal, Pesoz, Illano y Grandas de Salime). Con ella se han desarrollado varios proyectos conjuntos, entre ellos la elaboración de un documento con cinco estrategias para el futuro.

La primera es avanzar en la mejora de las comunicaciones (telefonía e internet), la segunda es el fomento de la formación y la capacitación de los jóvenes de la comarca y la tercera una apuesta por la diversificación económica, planteando apostar por productos innovadores o explotar recursos como las setas. El cuarto eje es la dinamización del patrimonio como recurso fundamental del territorio. La idea que formulan los técnicos que elaboraron el documento es crear algún tipo de herramienta en torno a los Bienes de Interés Cultural de la comarca, con especial atención al patrimonio arqueológico. Hay otros recursos de indudable valor en ambas comarcas como el monasterio de Santa María en Villanueva de Oscos o el palacio de Mon en San Martín, bienes de titularidad pública que ofrecen un sinfín de posibilidades con un buen proyecto previo y una adecuada dotación económica.

Modelos de fuera

El quinto aspecto que figura en el plan compartido es la atención específica a la repoblación. "Es necesario cambiar la mentalidad y la perspectiva y fijarse en otros territorios similares de España y Europa que han desarrollado modelos exitosos", apunta uno de los técnicos que intervinieron en la elaboración de este documento. En este sentido, se plantea estudiar la zona e incluso la limítrofe gallega para determinar si se trata de un área de baja densidad de población que permita adherirse a la Red de áreas escasamente pobladas del sur de Europa. Estas cinco claves de actuación constituyen una herramienta de trabajo que ahora debe desarrollarse, pero que pone de manifiesto que el trabajo en común "amplía y da potencia al territorio".

En concreto, en Oscos-Eo son muchos los frentes abiertos, como por ejemplo dinamizar el sector forestal o lograr la transformación de productos agrarios que aporten un valor añadido. No en vano, es una asignatura pendiente del territorio ya que, pese a su riqueza, escasean las queserías o las empresas dedicadas a la elaboración de conservas o mermeladas. La gerente del ceder Oscos-Eo, Ana Suárez, señala que además de la transformación hay que apostar por la innovación.

Suárez pone de manifiesto la importancia de abrir vías de participación social para que la infinidad de clubes y asociaciones de la comarca puedan aportar más al desarrollo colectivo. También ve necesario avanzar en emprendimiento y cooperación y ve un asunto clave que los gobiernos regional y nacional "legislen más para lo pequeño", consciente de las trabas con las que se topan los proyectos de menor entidad para salir adelante. "Todo está pensando para lo grande, pero aquí peleamos por cosas pequeñas", añade.

Y en turismo también hay camino por recorrer de cara a una promoción conjunta del territorio. La agente de desarrollo local de la comarca, Inés Gil, considera que hace falta hacer no solo una promoción turística conjunta, sino que exista una planificación de la programación prevista para poder difundir las propuestas con la suficiente antelación. "También estaría bien coordinar los horarios y periodos de cierre para que no pase que llegue un turista en diciembre o en enero y que estén todos los recursos cerrados", incide esta profesional.

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