La recogida de uva para elaborar vino de Cangas está llegando a su ecuador con el 40 por ciento de la vendimia realizada. Gran parte de la uva de la variedad albarín blanco ya está en bodega y los viticultores comienzan a recolectar las primeras uvas negras de la variedad verdejo. Mientras, por parte del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Vino de Cangas se continúan realizando los controles durante el proceso de cosecha para comprobar la producción y recopilar datos descriptivos de las uvas, además de acudir a las bodegas para certificar cada una de las partidas de uva que se procesan.
"Todo apunta a que este año será una buena cosecha en cuanto a calidad, porque la uva está entrando muy sana, muy madura, con un tamaño de grano pequeño y con un buen nivel de azúcar", avanzan en la DOP.
Además, la denominación sigue creciendo y acaba de inscribir la octava bodega dentro de la marca de calidad. Las Danzas es el nombre de la nueva bodega, que se ubica en la localidad canguesa de Las Mestas y que tiene al frente a Carmen Martínez Rodríguez.
Su vinculación con el viñedo le viene desde la niñez, cuando iba a ayudar a su abuelo a recoger sarmientos y, más tarde, a su padre a abonar. Pero fue en 1996 cuando comenzó a hacerse cargo del viñedo que trabajaba su padre en su pueblo natal, en Cobos, y empezó a apostar por el sector. En 2002 decidió iniciar la ampliación del viñedo con nuevas plantas en Cobos, que siguió creciendo en 2016. Para completar, hace un año y medio también compró un viñedo próximo al pueblo de Moral, donde ayer inauguró su primera vendimia para producir vino DOP. En total, la bodega Las Danzas tiene 3,5 hectáreas de viñedo, de las que espera obtener este año unas 10.000 botellas, de las cuales la mayoría, unas 7.000, serán de vino blanco.
"El 90% de lo que tenemos es de la variedad albarín blanco, las nuevas plantaciones las enfocamos a esta uva porque tenía mucha demanda", explica Carmen Martínez, que hasta ahora vendía la uva que producía al resto de bodegas.
Lo que le hizo dar el paso de crear su propio vino fue haberse quedado sin empleo y pensar que podría ser el momento de trabajar para ella misma en algo que le gustaba. "Cuando me quedé sin trabajo, decidí ponerme en serio con la bodega; tenía la materia prima y ya habíamos invertido en viñedo, así que empecé a invertir en maquinaria para la elaboración", explica la viticultora, que estuvo aproximadamente un año en tramitación para poder ser bodega de la DOP.
Ahora, Carmen Martínez encara con ilusión esta nueva etapa y cree que "el vino de Cangas tiene futuro". Por delante le quedan un par de días más de vendimia. No obstante, para el conjunto de la Denominación la cosecha se alargará al menos dos semanas más, e incluso hay bodegas que aún no han comenzado la recogida.
