La Fiscalía pide más de 300.000 euros de indemnización y penas de dos años de cárcel para el jefe de obra, el técnico de prevención de riesgos laborales y el coordinador de seguridad de la empresa a la que pertenecía un trabajador que sufrió un argayo dentro de una zanja en 2014 en Valdés. El accidente laboral dejó múltiples y graves secuelas al empleado, que por entonces tenía 42 años entre ellas la incontinencia urinaria permanente, impotencia y la necesidad de utilizar muletas. El juicio se celebrará hoy en los Juzgados de Avilés.

El suceso ocurrió en las obras de construcción de la Autovía del Cantábrico en el tramo Otur-Villapedre. Según la descripción del Ministerio Fiscal, los hechos tuvieron lugar en torno a las 17.00 horas del 2 de abril de 2014. Fue entonces cuando la víctima accedió al interior de una zanja de unos 2 metros de profundidad que carecía de sistema de entibación. Una vez en el interior, se produjo un argayo que dejó al trabajador semienterrado a la altura de las rodillas.

El corrimiento de tierras ocasionó importantes lesiones al obrero, que necesitó 510 días para recuperarse, 183 de ellos en el hospital. Como secuelas padece incontinencia urinaria permanente; impotencia, según repercusión funcional, necesidad de prótesis peneal; perjuicio estético en grado medio-moderado que incluye cicatrices, aumento de diámetro de muslo, alteración de la estética corporal y necesidad de muletas para deambular; además de movilidad reducida y dolor en otros músculos y miembros.

La Fiscalía pide las penas por un delito contra la vida y la salud de los trabajadores en concurso con un delito de lesiones por imprudencia grave.