Bajo el título "El celtismu musical asturianu", con todo el soporte teórico de conferencias pronunciadas por especialistas en el tema y la parte práctica de un buen elenco de músicos que mostraron su buen hacer, la Fundación Belenos convirtió a Pola de Allande en capital de la música asturiana durante el pasado fin de semana con motivo de su seminario. El aspecto cultural y festivo se fundieron perfectamente con unas altas cotas de participación.

El escritor y antropólogo Roberto González Quevedo resumía y valoraba así estas jornadas: "El espíritu del celtismo acrecentó y fructificó en países como Escocia, Bretaña o Gales, influencias que acompasaron muy bien con los sones asturianos. En estas jornadas se trataba de hacer balance; la música celta está viva porque genera controversia. Todo el mundo reconocía que la aportación del celtismo cambió la música asturiana".

La intervención del escritor Ignaciu Llope llevaba el título de "El celtismu musical asturianu: un averamientu críticu", que se concentró en la "evolución histórica de Asturias partiendo del celtismo para dar una explicación a la etnogénesis astur, que se viene haciendo desde el siglo XVII en Asturias, no solamente por celtas. Cuestión clave para entender el alma del pueblo como concepto romántico. Se utilizó el celtismo mucho en este sentido".

El discurso del músico Xune Elipe se centró en "Rock'n gaita: cuando les celtes empuñaron les guitarres eléctriques", intervención que versó sobre el momento "de la música celta cuando empezaron a surgir los primeros grupos que la fueron asociando al rock, ahí está el caso del movimiento Celtic Rock desde los 70, al que hice un repaso. Analicé el fenómeno no solamente desde una óptica rockera y toda su repercusión no solo en países como Escocia e Irlanda, sino también en Galicia y Asturies".

Lisardo Lombardía, director del Festival Intercéltico de Lorient, no pudo estar en Allande y su ponencia fue por vídeo. La relevancia de dicho festival para la música asturiana quedo patente en el seminario. El músico Dolfu R. Fernández condensó su charla "en que paso a paso hemos recuperado la tradición del violín. Tenía la sensación de que en Asturias éramos menos violinistas, pero sigue siendo actualmente notorio y tomado en consideración". En las jornadas hubo tiempo también para el debate sobre la música celta en tiempos del post-folk, en una mesa redonda que contó con Llorián García, Iñaki Sánchez Santianes, Xosé Ambás y Leticia Baselgas. La participación entusiasta de los músicos en el Café Centro otorgó un entrañable sentido festivo al seminario, de chigre asturiano a la vieja usanza.

El plato fuerte musical de las jornadas fue la Nueite Celta de la noche del sábado, que contó con MariLuz Cristóbal Caunedo, Cantaruxare y Llan de Cubel. Fue el primer concierto de estos últimos desde la muerte de Elías García, miembro del grupo. Era imposible que las últimas hojas que había dejado el otoño en La Pola no sintieran un rastrojo de melancolía, o su palabra equivalente asturiana, "señaldá".