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MANUEL GUZMÁN | Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Complutense de Madrid

"El cannabis medicinal tiene menos efectos secundarios que muchos medicamentos"

"Tenemos que ser honestos: en Alemania se ha regulado y no ha habido fractura social; es un buen paliativo"

Manuel Guzmán, ayer, en la Casa de Cultura de Luarca. A. M. SERRANO

Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid, participó ayer, por segunda vez, en la Semana de la Ciencia de Luarca. Lo hizo recordando la vida y obra de su amiga, la científica valdesana Margarita Salas, recientemente fallecida. En su ponencia habló de los beneficios terapéuticos del cannabis, algo que traba en su último libro "Usos medicinales del cannabis", recientemente publicado y del que es coautor junto a otros investigadores.

- ¿Cómo vive la ausencia de Margarita Salas?

-Su muerte nos ha pillado a todos por sorpresa. Fue, sin duda, una excelente científica y una persona muy valiente que en los años sesenta, cuando en España no se amaban ni la ciencia, ni el pensamiento, ni mucho menos a las mujeres, fue capaz de sacar adelante una brillante carrera. También fue una científica que dejó escuela. Muchos científicos son grandes, pero van a su bola. Margarita Salas formó a más de cien biólogos moleculares que estamos apostando ahora en España por hacer una ciencia digna y competitiva a pesar de los pocos medios que tenemos.

- ¿Se debe invertir más en ciencia?

-Sin duda. España es un país que invierte muy poco en investigación y desarrollo, y los presupuestos que tiene para ciencia están hinchados porque se trata de préstamos blandos que no llegan a consumarse. Es cierto que faltan dinero y medios, pero también más puentes que unan la investigación básica y la aplicada.

- ¿Cómo les afecta la situación política actual?

-Llevamos dos años en prórroga presupuestaria y eso es un desastre porque las partidas no se pueden ejecutar en su totalidad. Se están dejando de financiar, incluso, algunas convocatorias. Lo ideal es volver a recuperar, y es triste, los niveles de inversión de 2009.

- ¿Es optimista?

-Soy optimista por naturaleza, pero también realista. Hay poca capacidad entre los políticos actuales. Confío en que llegue un Pacto de Estado en muchos ámbitos, como la Ciencia. Los políticos se olvidan de que existen personas. Se preocupan de conceptos abstractos: "país", "ciudadanía", "Cataluña"... La gente lo que quiere es ser feliz.

- Su charla se titula "Cannabis terapéutico: mito o realidad". ¿Qué concluye?

-Es una realidad no "mitificable". Para muchos pacientes con enfermedades crónicas, como el cáncer y otras neurológicas, puede aliviar algunos síntomas, como el dolor; puede, además, mejorar el estado de ánimo, eliminar ansiedad y ayudar a conciliar mejor el sueño; a tener más apetito y perder menos peso, por ejemplo. Bien utilizado es un buen paliativo en enfermedades crónicas muy debilitantes. Eso es una realidad que da resultado, además, en otros países. Ahora bien, no es una poción mágica de un druida, no sirve para todo. En España se estima que hay 100.000 personas que lo utilizan de forma ilegal con fines terapéuticos. Son personas con inseguridad jurídica porque se exponen a multas de entre 600 y 20.000 euros, algo que me parece inhumano para un enfermo. También hay inseguridad sanitaria porque lo que se consume ahora procede del mercado negro.

- ¿Apoya legalizar el cannabis, en general?

-Muchos países lo han hecho solo con fines terapéuticos. Tiene menos efectos secundarios que muchas medicinas que consumimos, como opiáceos. Por sobredosis de opiáceos que se recetan de forma legal hay más de 1.000 muertos al año, como en accidentes de tráfico. Pese a ello, nadie dice nada. Tenemos que ser honestos. Países como Alemania han legalizado el uso terapéutico del cannabis y no hay fractura social. Se puede hacer por decreto ley. Legalizar su uso recreativo es un proceso más largo.

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