"Vivir con tranquilidad, no pelearse con nadie y trabajar mucho. Yo hice de todo", defiende la coañesa María Luisa Méndez como único secreto de su longevidad. Esta mujer, natural de Ortiguera y a la que sus familiares describen como una persona "inmensamente generosa", es una de los ocho vecinos de Coaña que este año han alcanzado los 90 años de edad. El Ayuntamiento coañés les rindió ayer homenaje con motivo de su décimo octavo Día de Mayores.

Méndez compartió distinción con Justa Violeta Fernández, Fernando Oliveros, Felicitas Méndez, María Dolores García y Constantino Rodríguez. También se homenajeó a Adelina Visita Suárez y Concepción Méndez, aunque no pudieron acudir a la gala y estuvieron representadas por sus hijos.

Para Fernando Oliveros, boalés de nacimiento aunque afincado en Villacondide durante buena parte de su vida, no hay más misterio para una buena vida que hacerlo "sin enfadarse con nadie y siempre con fe en Dios". Coincide con él Constantino Rodríguez, que acaba de jubilarse tras casi sesenta años como párroco de Trelles y Villacondide, a donde llegó en 1961. "Hay que llevar una vida normal, sin perder días de trabajo", señala el párroco, que siempre gozó de buena salud.

En el acto, que incluyó misa cantada por el coro de la Asociación de Vecinos de Ortiguera, intervino la Alcaldesa, Rosana González, quien defendió Coaña como un concejo "donde las personas mayores y su bienestar social son una preferencia". En este sentido, señaló que uno de los principales retos de su gestión es lograr la apertura de un Centro Rural de Apoyo Diurno.