El alcalde de Vegadeo, César Álvarez, es, desde este verano, el presidente de la Asociación de Municipios de la Reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Terras de Burón (InterEo). Da el relevo al exalcalde de Castropol, José Ángel Pérez, quien presidió desde su creación esta entidad conformada por los catorce municipios, siete asturianos y siete gallegos, que integran esta Reserva designada por la Unesco en 2007. Entre sus retos se cuenta lograr un compromiso efectivo de los gobiernos asturiano y gallego con este territorio.
- Dice que debe notarse un antes y un después en la gestión de la comarca ¿por qué?
-Hay que revertir la situación de la zona rural y hay que hacerlo desde dentro. Para eso debemos decidir qué es lo que queremos y dónde queremos estar, no esperar a que llegue ningún salvador del rural, porque todos somos activos del territorio, y debemos despertar y trabajar con las nuevas generaciones.
- En lo concreto, ¿qué va a hacer InterEo?
-Modificar los estatutos para dar una mayor capacidad a la asociación y permitir mayor soporte a futuros proyectos de los asociados. Es decir, queremos apoyar directamente al que quiera iniciar un proyecto. La idea es que los que quieran avanzar puedan tener en la asociación el soporte para desarrollar un proyecto en común. También es importante cambiar la mentalidad y trabajar de manera más solidaria. Tenemos que aprender a ser una asociación. Creo que InterEo hizo grandes cosas como la implantación de la banda ancha en el territorio o la rehabilitación del patrimonio, pero no se hizo identidad de territorio y hay que partir de ahí. Tenemos que lograr que el de Negueira de Muñiz se sienta identificado con el de Castropol.
- ¿Qué papel debe jugar la asociación en la Reserva?
-Debe ser la entidad que ayude a promover iniciativas y la primera que tenga claro y defina el tipo de Reserva que queremos ser. Es la asociación de desarrollo de la Reserva; debemos de ser un buen equipo y para ello necesitamos fortalecernos con personal técnico.
- Pero no hay financiación?
-Debemos buscarla, en Madrid y en Europa. Soy optimista al respecto. Ahora no tenemos recursos porque faltan proyectos, pero potencial tenemos y debemos desarrollar proyectos para luego buscar la financiación. Ahora mismo estamos impulsando el proyecto "ForesCelta", encaminado a recuperar y mejorar el manejo de los cerdos del tronco celta y también queremos trabajar en proyectos ligados a la ría y al río Eo, así como en lograr concluir la senda verde del ferrocarril, de A Pontenova a Ribadeo. También tenemos el proyecto de la piedra que nos permitirá continuar con la recuperación del patrimonio etnográfico. Pero para sacar partido a todo esto hace falta un buen equipo de trabajo.
- ¿Qué pasa con la gestión de la Reserva en sí misma? Depende de la Xunta y del Principado pero apenas se percibe actividad.
-Ahora mismo no hay una partida económica para la Reserva, por eso tenemos que organizarnos, saber lo que nos falta y reclamar un plan, algo como el Área Metropolitana pero a nuestra medida. Tenemos muchos recursos, pero hay que aprovecharlos. A la Xunta y al Principado hay que pedirles más compromiso con la Reserva, no con la asociación. Digamos que nos pusieron un título, con muchos falsos mitos sobre lo que no se iba a poder hacer en el territorio, y nos dejaron así. No hubo inversiones. El problema es que tampoco nos quejamos. Aquí tenemos esa mentalidad, nos conformamos, nos cuesta pedir ayuda hasta que estamos con el agua al cuello y eso debe cambiarse.
- Mucho pide?.
-Pues hay que hacerlo, pero no solo cambiar la mentalidad de los Ayuntamientos, sino de la gente, para que apueste por el territorio.
- Cuando tomó posesión como presidente de InterEo hizo una visita a los catorce ayuntamientos ¿cuál fue el mensaje más repetido?
-El primer discurso es el de la despoblación, pero creemos que falta capacidad para ver la actividad económica del territorio. Minusvaloramos el trabajo que se hace y seguimos sin creernos que aquí se puede. De ahí la intención de trabajar con los colegios para cambiar las cosas desde el inicio.
