Marino Guardado preside la plataforma ciudadana "Más Luarca Valdés" y es uno de los impulsores del potencial geoparque "Pizarras de Luarca". Este proyecto para convertir a Valdés en referencia del turismo interesado en la geología y la naturaleza necesita, dice Guardado, de cuatro apoyos: Ayuntamiento, Principado, Universidad de Oviedo "y pueblo". "Es importante que la gente se crea que podemos tener un geoparque, que merecemos un desarrollo sostenible para evitar la despoblación", dice. En España hay 14 geoparques ratificados por la Unesco.
- ¿Por qué ahora un geoparque para Valdés?
-En realidad, para nosotros, es un desarrollo más para evitar la despoblación. El Occidente en general y Valdés en particular son zonas que se enfrentan a un gran desafío: la caída en picado del número de habitantes. Para evitar que esto se hunda necesitamos algo más de lo que tenemos. En Valdés no hay astilleros ni grandes plantas industriales... Sin embargo, Luarca fue una referencia turística de primer orden en España, y si lo fue estoy convencido de que puede volver a serlo, pero la sociedad ha cambiado mucho en pocos años y las fórmulas para atraer gente y fijar población también... por eso surge el geoparque. Es una propuesta, una más, para que en el municipio se genere riqueza, ofrezca puestos de trabajo y tenga vida. Para que no se muera.
- ¿Cómo surgió esta propuesta de geoparque de pizarras?
-La plataforma "Más Luarca Valdés" trabaja en ella desde hace más de un año. En la dirección estamos seis personas que pensamos que Luarca tiene que aprovechar esa singularidad geológica que tiene y que es mundialmente conocida (las pizarras) para atraer turismo. Y no turismo sin más: un turismo sostenible, comprometido con el respeto a la naturaleza, interesado en saber cómo se formó el mundo. En Luarca, gracias a estas formaciones rocosas que, recuerdo, llegan hasta Portugal y León, se puede explicar cómo funciona, grosso modo, nuestro planeta, qué pasaba hace 470 millones de años y qué hace que nuestro paisaje sea como es.
- ¿Cómo será su desarrollo?
-Antes de que la Unesco ratifique el geoparque, éste tendría que estar funcionado como tal. Hemos visitado el geoparque de la Costa Vasca y nos hemos encontrado con rutas señalizadas, paneles, información sobre, en este caso, la costa vasca. Pues nosotros debemos hacer lo mismo. Pensamos también en disponer de un centro de interpretación y, por supuesto, en poner en marcha visitas guiadas para conocer qué son las pizarras de Luarca, dónde se pueden ver y por qué son tan importantes.
- ¿Qué necesitan ahora para hacer la tramitación?
-De cuatro apoyos: Ayuntamiento, Principado, Universidad de Oviedo y pueblo. Sabemos que tenemos el respaldo de Ayuntamiento de Valdés y, de hecho, el gobierno ha creado una mesa sectorial en la que nos reuniremos las asociaciones de Valdés interesadas en el geoparque. El primer encuentro se celebrará en enero. También necesitamos que el Ayuntamiento consigne una partida anual en su presupuesto de, estimamos, unos 75.000 euros, algo que también tendría que hacer el gobierno regional. El apoyo de la Universidad creo que lo tenemos porque de Luarca es el geólogo y profesor Carlos López, quien está muy comprometido con nuestra idea. Y, por último, es imprescindible contar con el apoyo de la gente, que los vecinos de Valdés crean que esto es posible, que podemos tener un desarrollo turístico diferente, que podemos crecer. Estos días estamos repartiendo pulseras con un lema "Yo apoyo el proyecto geoparque de Luarca". Así esperamos lograr más promoción, que le gente empiece a hablar del geoparque de Luarca. Es muy importante que todos creamos en ello. Este es un proyecto para Asturias que, estoy seguro, beneficiará a toda la región, no solo a Valdés.
- ¿Con qué plazos trabajan?
-Es un tramitación larga, estimamos cuatro años. De momento, hemos contactado con cuatro consultorías que, en su caso y siempre que los gobiernos regional y local lo autoricen con su financiación, harían un proyecto. Después tenemos que empezar a funcionar como geoparque, como si realmente tuviéramos esa mención que, más tarde, tendrá que ratificar la Unesco. ¿Cómo? Con la visita de un grupo de técnicos que dirán si están bien hechas las cosas.
- En caso de que no se conceda...
-Es verdad que tenemos mucho trabajo por delante y que todavía hay muchas personas escépticas; personas que no se acaban de creer que esto es importante y que dará sus frutos. Pero confiamos en nuestras posibilidades y creemos que la Unesco tendrá en cuenta que lo tenemos todo: las pizarras (que contienen un registro, en su mineralogía, estructuras y microestructuras, que nos permiten reconstruir qué paso hace 470 millones de años) y también otros atractivos como el Museo del Calamar Gigante, que es único en el mundo, ser la cuna de reputados científicos como Severo Ochoa o Margarita Salas y el paisaje, entre otros atractivos... ¿Por qué no aprovecharnos de algo que tenemos para crecer? En este sentido, pido encarecidamente el apoyo de pueblo. Tenemos que tener más autoestima y creer que podemos. En cuanto a la administración, no exigimos un edificio millonario ni un desembolso imposible para los tiempos que corren... Pensamos que con algo más de 100.000 euros podría disponer de proyecto y desarrollo. Es muy económico.
- ¿Es optimista?
-Sí. A partir de enero convocaremos más charlas para que la gente conozca qué es un geoparque de la Unesco y sus beneficios.
