En estas fechas navideñas proliferan las acciones solidarias y reivindicativas. Javier Asenjo y Álvaro Pérez son dos naviegos que se han sumado al reto de recoger juguetes para darles una segunda vida. Contra lo que se piensa, no se trata de una iniciativa que se organiza en dos días.

Asenjo y Pérez recogen juguetes desde el pasado mes de abril. "Es lo menos que se puede hacer", señala el primero, convencido de que este tipo de iniciativas ayudan a concienciar a las familias para que, en el futuro y cuando se encuentren con juguetes que ya no se usan o estén algo estropeados, piensen que pueden tener otro futuro, "un plan b". Ayer pudieron retratarse con 500 juegos de distintas categorías y para diferentes edades. Algunos, nuevos y comprados por familias generosas para la ocasión.

Los jóvenes abrieron además las puertas de su negocio, relacionado con el deporte, para sumar objetos con destino a menores del Occidente. Varias personas visitaron su nave de "crossfit" del polígono de La Colorada. Esta vez, la entrada no tenía coste alguno si el usuario donaba un juguete. "Es el punto final a una propuesta en la que trabajamos meses", destaca orgulloso Javier Asenjo.

Todo lo recogido se entregó a Cruz Roja, que lo repartirá entre familias de todo el Occidente de Asturias. La organización entregará todo lo recaudado según su criterio y siempre a familias necesitadas. Se trata de una propuesta que ayuda mucho en esta época, cuando se necesitan más juguetes de lo habitual por la próxima llegada de los Reyes Magos. "Al final se trata de ilusionar a los niños y evitar que unos tengan mucho y otros poco", señala Javier Asenjo.

Además, a través de su propuesta de donar juguetes por hacer deporte en la nave, pudieron acercar a práctica de crossfit a los interesados. En total, ayer pasaron por las instalaciones una veintena de personas. "Siempre hay que colaborar", destacan los organizadores, sorprendidos con la respuesta porque en esta andadura se han encontrado con gente "con mucho corazón". En cuanto a lo donado, a Javier Asenjo le llamó la atención una tabla de surf y la cantidad de juguetes recibidos que están relacionados con costumbres de la zona.