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La iglesia de la Asunción de Vegadeo devuelve los bautizos al lugar original del siglo XIX

"Los niños recuperan el espacio de sus antepasados", destaca el cura Víctor Cedrón del baptisterio restaurado con ayuda de los feligreses

Estado en el que estaba la pila bautismal de Vegadeo. T. C.

Los bautizos recuperan su lugar en la iglesia de Vegadeo. Y es que la parroquia acaba de restaurar el baptisterio original que data de 1862, ocho años después de la construcción de este templo dedicado a Nuestra Señora de La Asunción. "Los niños van a recuperar el espacio que tuvieron sus antepasados", señala el cura, Víctor Cedrón, que destaca que la rehabilitación ha sido posible gracias al trabajo voluntario de los feligreses.

La reinauguración del espacio será hoy a mediodía (domingo) con el bautizo del pequeño Daniel que, además, como curiosidad será bautizado con agua del río Jordán que una vecina de Vegadeo que viajó a Jerusalén recientemente trajo para la parroquia.

"Todo fue hecho con el donativo del trabajo, alguien pintó las verjas, alguien pintó la pared, otra persona hizo la peana para el santo? El único gasto fue la bombilla", precisa Cedrón, que no para de recibir felicitaciones por una actuación que, de paso, ha permitido devolver la dignidad a la entrada derecha del templo, hasta ahora cerrada. "Hoy todo el mundo entiende el lenguaje de lo bello y creo que la gente está contenta con la recuperación de un espacio sagrado que había quedado perdido porque favorece el orgullo de parroquia en el mejor de los sentidos", añade el párroco, quien hace hincapié en la importancia de recuperar el lenguaje simbólico de la iglesia y dar visibilidad a las cosas sagradas. En este sentido, indica que los baptisterios se colocaban a la puerta de las iglesias porque simbolizaban precisamente eso, "la puerta de entrada a la comunidad cristiana".

Nadie sabe con exactitud la fecha del último bautizo en el baptisterio veigueño pero coinciden en que al menos hace medio siglo que está en desuso. "Mi hijo tiene 48 años y no se bautizó aquí, por aquella época se hacían bautizos colectivos dentro de la celebración de la misa", indica Juana María Casteleiro. "La verdad es que quedó precioso", añade, resumiendo el sentir general.

La rehabilitación se puso en marcha hace dos meses y, entre otras actuaciones, se recuperó el muro original quitando un zócalo que provocaba importantes humedades, se limpió el mármol de la pila y se pintó la pared de azul, pues es un color que simboliza la vida. Cedrón destaca entre las particularidades del baptisterio que está pisado con un pavimento hidráulico hecho por una empresa local en los años cincuenta y también el detallismo de la pila, que cuenta con espacio para todos los útiles que tradicionalmente se usaban en los bautizos. "Es un ingenio, tiene espacio para todo", precisa.

Como colofón se colocó sobre la pila una imagen de la Sagrada Familia que estaba en los salones parroquiales: "Tiene simbolismo porque cuando se bautiza un niño entra en la familia de los cristianos".

Concluidos los trabajos ahora solo queda empezar a bautizar a los pequeños, un acto, incide Cedrón, que es especial para los párrocos: "Tiene de especial que es el deseo de los padres de seguir manteniendo viva la fe. No solo es un acto mágico, sino la transmisión de algo bueno".

En la parroquia veigueña no paran de incorporar novedades, si esta Nochebuena se recuperó la misa de gallo, ahora se va a celebrar una bendición de mascotas con motivo de San Antón. Será el 19 de enero a las doce y media en la plaza de la iglesia y antes de la misa.

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