Las riadas de los dos últimos años han hecho mella en el banzao del río Navelgas, situado a su paso por el medio del pueblo. La fuerza con la que el agua embiste la construcción de piedras y elementos vegetales que eleva el nivel del río para que el agua pueda ser derivada hacia una presa comenzó a desplazar el material, haciendo visible ya el pasado año que el banzao empezaba a perder su función de contención.
Las intensas lluvias de los últimos meses han colaborado a que la situación de la construcción continúe empeorando e incluso hace temer a los vecinos de Navelgas que una nueva riada haga que la contención desaparezca y con ella el remanso de agua que crea en mitad del río y que tiene la utilidad de ser el escenario de la celebración del campeonato nacional de bateo de oro que se celebra cada verano en la localidad tinetense. La problemática fue trasladada a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico por el Ayuntamiento de Tineo en la primavera del año pasado, pero por ahora no se ha llevado a cabo ninguna actuación. "Nos explicaron que hay una concesión del banzao a un particular y que sería este el que tendría que proceder a su arreglo y mantenimiento", explica el alcalde tinetense, José Ramón Feito.
No obstante, hace años que el banzao ya no tiene uso por parte del particular, por lo que la administración tendría que hacerse cargo del arreglo si se hace una renuncia de la concesión.
Marcos da Rocha, concejal de Hacienda y miembro de la asociación de bateadores de oro "Barciaecus" de Navelgas, añade que desde el Ayuntamiento se trasladó la necesidad "de que se aclare quién debe hacerse cargo del arreglo y mantenimiento" e insiste en que el banzao no debería desaparecer del río.
"Es el lugar donde se hace el campeonato de bateo de oro, pero, además, un poco más arriba cruza el saneamiento del pueblo y no sabemos qué consecuencias podría tener", explica. Además, recuerda que el banzao lleva toda la vida y de desaparecer cambiaría el aspecto de esa zona del pueblo.
Los vecinos apuntan además que de no contar con el banzao, la corriente del río podría afectar a un muro de contención de la zona, que pondría en peligro a los edificios cercanos al río y, asimismo, inciden en que cambiaría el cauce del río Navelgas.
