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El estado de las comunicaciones en la comarca

"Es una indecencia", clama el valle del Navia por el freno a la mejora de su vía

"Indigna que los políticos hablen de defender lo rural y tiren para atrás esta carretera que es primordial", denuncian los usuarios de la AS-12

"Es una indecencia", clama el valle del Navia por el freno a la mejora de su vía

Fernando Lastra se desplazó a Boal en noviembre de 2017 para despejar cualquier "escepticismo" sobre la inminencia de los trámites para la reparación de la carretera AS-12 que une Navia y Grandas de Salime y para dejar claro que actuar sobre esta vía, "una obra imprescindible", era la mayor preocupación de su departamento. Entonces, Lastra era consejero de Infraestructuras. En el valle del Navia aún resuenan sus declaraciones y los vecinos, que acaban de conocer que el Principado aparca por el momento el estudio previo que supondría el pistoletazo de salida de la reforma, muestran su hartazgo por el "engaño" al que llevan años sometiéndoles los responsables políticos.

"Nos parece una indecencia que se paralice la obra. Es una tomadura de pelo", señala la presidenta de la asociación "Forum Boal 3000", Verónica Bermúdez, quien asegura que esta decisión del Gobierno regional es el tema de conversación estos días en la zona. En este sentido, augura una respuesta de la sociedad civil ante esta decisión política. Se refiere a la resolución del pasado 20 de diciembre por la que se decide no adjudicar el contrato de servicio de asistencia técnica para la redacción de los estudios necesarios de cara a la contratación de la concesión de la obra.

Salió a concurso por 547.281,59 euros y optaron cinco empresas, pero el Principado no la adjudicará a la espera del desarrollo del Plan Demográfico en el que debe decidirse "sobre la viabilidad del sistema de concesión". Cabe recordar que el anterior ejecutivo regional decidió apostar por una concesión para reparar la vía, un sistema que opera en la autovía As-II de Oviedo a Gijón y que también se conoce como "peaje en sombra". En lugar de acometer las obras directamente, la administración opta por delegarlas en una empresa privada a la que se le paga un canon anual.

"Espero que la respuesta de los alcaldes sea tan enérgica como la de la sociedad civil porque la situación lo merece y hay que defender esto a brazo partido", añade Bermúdez, al tiempo que lamenta que se ningunee un territorio tan luchador y activo. "El anuncio de que se paraliza es reírse de esta España que ellos llaman vaciada y yo digo olvidada. Nos venden apoyo al medio rural, pero no se hace absolutamente nada", añade la presidenta de la asociación grandalesa "El Carpio", Rosa Monjardín. Indica que ella personalmente nunca se creyó las palabras de Lastra, pero considera que la reparación de la vía "es fundamental para vertebrar la cuenca del Navia".

La presidenta de "El Carpio" explica que la vía está en un estado tan "lamentable" que mucha gente opta por salir de Grandas en dirección a Galicia para después bajar a la costa a través del puerto de La Garganta en dirección a Vegadeo.

Abunda en el tema el hostelero grandalés Alfonso López, quien sostiene que "el abandono de la vía es total y es mejor evitarla". Y añade: "Ya no solo es que esté mal de piso, sino que no se limpia y tenemos casi que circular por el medio de la vía". Tira de ironía para recomendar a los políticos que en vez de reformar la carretera la conviertan en una vía de sentido único hacia Oviedo: "No costaría tanto dinero y así ya nos vamos todos y se quitan un problema".

López, que regenta el popular restaurante A Reigada, señala que el problema básico es que las obras llegan con treinta años de retraso: "Desde que se despuebla la zona es mucho más costoso, si Grandas fuera como Grado no les parecería tan cara la obra, pero padecemos un abandono de muchos años". El responsable del restaurante boalés El Zángano, Mateo Prieto, opina igual: "Esto es un abandono total. Necesitamos una carretera digna como cualquier español. La gente está indignada y engañada; lo que no se puede es contar mentiras".

Por su parte, el presidente de la asociación "Pico Castro" de Bullaso (Illano), Carlos Fernández, lamenta que los responsables políticos solo se acuerden de la zona en época electoral y critica que se aparque esta reforma. "Están ahogando los pueblos. Lo que más indigna es que tanto hablen de defender lo rural y ahora tiren para atrás esta carretera, que es primordial. Pagamos impuestos como todos y debemos tener unos servicios mínimos, no pedimos el AVE, sino una carretera digna", argumenta.

En términos parecidos se expresa el empresario turístico Kaly Menéndez, para quien la comarca requiere "una vía de comunicación "decente" y que califica de "mala noticia" el anuncio de la paralización de los trámites. Menéndez indica que la situación de la vía afecta sobremanera a la población que trata de sobrevivir en el territorio, pero también a los que, como él, viven del turismo: "Se complica cada vez más nuestro trabajo".

Todos los encuestados coinciden en que la carretera está peor que nunca, especialmente el tramo de Doiras (Boal) a Illano, donde se suceden los desprendimientos. A ello hay que añadir los problemas en el firme y el deficiente mantinimiento, que provocan que los vecinos se jueguen el tipo al recorrer los 68 kilómetros que separan El Espín (Coaña) de Grandas. "Es un peligro, pero hasta que se mate alguien no harán nada", explica Carlos Fernández. La obra que no termina de llegar busca mejorar el trazado para que el viaje a la costa, donde están servicios importantes como el hospital de Jarrio, pase de 90 a 45 minutos. Estaba previsto que la primera fase se hiciera entre 2021 y 2023, pero ahora todo vuelve a estar en el aire.

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