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La carretera del Navia, una "tortura" que condiciona el desarrollo de cuatro concejos

Los vecinos dejan de ir al médico para evitar curvas y mareos, abandonan los pueblos y piensan en cerrar negocios: "Nos engañan y abandonan"

Manuel García, solo en su bar de Illano, ayer al mediodía. A. M. SERRANO

Sesenta nueve kilómetros separan El Espín (Coaña) de la capital de Grandas de Salime. A una media de 90 kilómetros por hora y si fuera una carretera con pocas curvas peligrosas y anchuras que permiten cruzarse a dos vehículos sin que uno de ellos se vea obligado a parar, la distancia se recorrería en turismo en una media de 45 minutos. Pero eso no pasa en una de las carreteras del occidente asturiano, el corredor del Navia, que comunica Coaña, Boal, Illano, Pesoz y Grandas de Salime. Es la olvidada AS-12. De un punto a otro se tarda el doble de lo habitual: una hora y media larga.

El Principado rechaza mejorar de forma inmediata esta vía en contra lo que se había prometido y en la zona el enfado es "monumental". Lo cuenta la vecina de Boal Pilar González. "Aquí no se habla de otro tema", cuenta. Desde que se supo que el gobierno de Adrián Barbón rechazó la fórmula planteada por el anterior ejecutivo, también socialista (aceptar que una empresa privada haga la obra y el Principado la pague a plazos), saltaron todas las dudas. "¿Y entonces, para cuándo, de qué va a vivir aquí la gente?, se pregunta esta vecina, que observa cómo decae la zona sin remedio.

Algunos habitantes de esta zona se han mudado a Navia. Es el caso de un matrimonio mayor que prefiere mantenerse en el anonimato, pero accede a contar a LA NUEVA ESPAÑA su periplo. "Lo dejamos todo atrás porque necesitamos tener servicios como el hospital cerca", señalan. También abundan en la zona casos de gente "cansada" de verse obligada a recorrer la vía a diario por motivos de trabajo.

"Es una agonía", señala el hostelero de Illano Manuel García. Él regenta el bar del área recreativa de Folgueiróu. Es el único bar del concejo. Puede dar tres o cuatro menús diarios, "como mucho diez" en épocas de tirón turístico. "Y así no se puede vivir". Él cree que sin la carretera, "todo cerrará, no sólo yo". Y asegura que siente "pena" porque la gente que visita la zona "se queda maravillada con el paisaje, con la pureza de esta tierra, pero dicen que la carretera es una tortura", cuenta. Y añade que por este bar paga lo mismo en impuestos que un hostelero de la calle Uría de Oviedo.

Hay vecinos que prefieren no ir al médico cuando tienen alguna dolencia para evitar las curvas y los mareos. "Es algo que está pasando, pero nadie cuenta", dice una residente de la zona que trabaja en Servicios Sociales. "Para muchas personas ir al centro de salud es una verdadera tortura; y ya no hablemos del hospital del Jarrio", añade. En Grandas de Salime y Pesoz, la situación de muchas personas mayores es preocupante. Se trata de vecinos sin turismo que, a veces, se ven obligados a recurrir a un taxi para poder ir al hospital. En estas condiciones, la consulta sale "muy cara", detalla un vecino.

La mala comunicación por carretera también afecta a los empresarios, quienes tienen que hacer más esfuerzo económico para poder mantener su negocio. El boalés Jesús Trelles tiene una carpintería y muchos de sus proveedores no acceden a llevar el material a Boal porque la carretera "no está en condiciones". ¿La solución para esta pequeña empresa? "Nos lo dejan en Navia y nosotros nos ocupamos de traerlo a Boal, es decir, que tenemos un coste añadido", indica. "Por eso con este anuncio estamos de mala leche, nos abandonan", profundiza.

Julio Fernández, jubilado y uno de los promotores de la populosa Feria de la Miel de Boal, asegura que lo que se hizo con relación a la AS-12 "es un engaño". "Todo fue una tomadura de pelo. Nos sentimos abandonados", señala. "No tener enlace con la autovía de la costa fue el primer agravio y ahora llega el rechazo a hacer una obra tan necesaria", opina.

Y si hay alguien que está visiblemente preocupado es el portavoz de la plataforma "Valles del Navia" y también concejal de Boal Activo Miguel Mojardín. Desde su punto de vista, "esta zona no está en la agenda política; nadie habla de estos concejos y ése es el verdadero problema", señala al tiempo que recuerda que la AS-12, "es nuestra carretera nacional, por la que tenemos que pasar sí o sí".

El también vecino y concejal de Boal Activo, Alejandro López, viaja cada día en su coche por esta carretera y el navegador le advierte de los puntos difíciles de la vía. La peligrosidad por las pronunciadas curvas y mal el estado del firme se advierte más entre Boal y Cedemonio (Illano). "Está intransitable", comenta Alejandro López.

En algunos tramos no hay más de cinco metros y medio de ancho. En el puente de Muñón una señal indica en ambos sentidos que no pueden circular dos vehículos que van en direcciones contrarias. A ello se suma que hay argayos, algunos incipientes "y muy peligrosos". Es habitual ver grandes piedras a la calzada que son retiradas por los propios vecinos y a la altura de Peirones ya es conocido que hay un hundimiento.

"No hay mantenimiento", claman los usuarios de la vía. Se limpian los laterales en septiembre, y no en primavera, cuando abunda la vegetación. Si se circula en dirección Grandas desde El Espín, los socavones empiezan a notarse al paso del coche por Las Cruces (Coaña) y después continúan éste y otros problemas: no hay arcenes y la gente camina con riesgo.

La plataforma en defensa de los Valles del Navia ya ha planteado las primeras movilizaciones ante el rechazo de Principado a mejorar la vía con la fórmula de la concesión a una empresa privada, la más rápida para ver el multimillonario arreglo (se estima que se necesita una inversión de 180 millones). El día 30 de enero, a las 18 horas, habrá una protesta delante del Ayuntamiento que coincidirá con el inicio del pleno. No será la única. Este movimiento ciudadano estudia otras acciones de protesta para hacer más visible el enfado comarcal. Esperan contar con el apoyo de los alcaldes, quienes ya han solicitado una reunión con el presidente del Principado. El valle naviego "se resistirá" al abandono y exigirá mejor carretera no por capricho, "para sobrevivir a la despoblación".

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