Una media de dos años tardan los percebes en recuperarse si la piedra donde nacen ha sido "esquilmada", es decir, trabajada sin descanso ni miramientos por los furtivos del marisco. Para evitar que estas acciones delictivas amenacen a la especie, los expertos piden elevar las multas, estudiar la vía penal y poner en marcha otras "medidas especiales" de vigilancia en la costa que ya se aplican en Asturias, como los sistemas de drones.

Así lo defendió ayer en Cudillero el catedrático de Ecología de la Universidad de Oviedo José Luis Acuña, quien también es director del Observatorio Marino de Asturias y coordinador del proyecto "Percebes". Para Acuña, la especie está amenaza porque es un recursos que se explota. "No desaparecerá", pero si se quiere seguir apostar por la captura de este marisco en comunidades como Asturias, hay que tomar medidas contundentes más pronto que tarde.

Investigadores y profesionales del sector pesquero de España, Portugal y Francia escucharon ayer en Cudillero este y otros planteamientos que tratan de preservar la especie y estudiar su comportamiento dentro del medio marino.

Para Susana González, patrona mayor de la cofradía de pescadores "La Anunciada" de Baiona, hay que tener tolerancia cero con el furtivo conocido. "Es una lacra que persiste y que es difícil de atajar", dijo. González explicó que el sector debe "ser claro al apartar a compañeros furtivos porque no hay derecho; es un atentado contra el recurso y contra el sector". "El simple hecho de callar y no quedar mal es un síntoma de debilidad y complicidad", opinó.

El responsable de pesquería del Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF España, Raúl García, también lanzó un mensaje de alarma por las consecuencias de los furtivos. "El percebe tiene un papel importante en la ecología del litoral, se trata de seres invertebrados que mantienen la vida en todo el sistema", apuntó. En este sentido, consideró muy importante frenar el avance del furtivismo, la principal amenaza para el percebe en España, y apostar por planteamiento como los llevados a cabo en Asturias y Galicia, donde son los propios profesionales del sector lo que se involucran en la conservación del recurso a través de planes de explotación que limitan las capturas por peso y periodos de tiempo.

Durante las jornadas se explicaron los resultados de los últimos experimentos y las fórmulas que plantean los mariscadores de Asturias y Galicia para evitar la sobreexplotación del recurso. En Asturias, lo que no existe son reservas marinas que sí hay en otras zonas de Europa y son determinantes para afrontar un momento de crisis de la especie. En el debate también quedó clara una idea: que la organización de la pesca con planes de explotación es una fórmula "rarísima en Europa" que está funcionando con éxito en Asturias y Galicia y se puede extrapolar a otras especies como las navajas.