El concejal del PP tapiego Juan Fernández (concurrió como número 3 a las elecciones del pasado mayo) ha decidido renunciar a las retribuciones fijadas por asistencia a plenos y comisiones, de 40 y 30 euros, respectivamente. Dice que es un gesto simbólico para expresar su malestar por el hecho de que la oposición no es escuchada por el gobierno local y, también, por los elevados salarios que perciben algunos dirigentes locales, en contraste con el "caos general" que vive el municipio.

"Lo hago por razones personales. No me parece ético cobrar cuando no nos dejan trabajar, ni dar nuestra opinión", lamenta Fernández, quien tampoco entiende que el actual gobierno del PSOE y Foro retirara una partida de más de 20.000 euros destinada a obras para subirse los salarios cuando hay actuaciones urgentes como reparar las carreteras en mal estado y la piscina de agua salada. "Es una manera de protestar, pero seguiré trabajando por el pueblo y trasladando las quejas y las necesidades", incide Fernández.

La retirada de sus retribuciones se aprobó en el pleno del martes, donde, entre otros asuntos, se habló del estado de la vieja discoteca. El PP volvió a poner de manifiesto la necesidad de que el Ayuntamiento haga una ejecución subsidiaria del derribo. "La discoteca ya no debería haber pasado así el verano", dice el portavoz popular, Pedro Fernández. Por su parte, la alcaldesa, Ana Vigón, explica que sigue adelante el expediente para imponer una multa coercitiva a los propietarios. Además, recordó que cuando gobernó el PP se limitaron a requerir, en 2016, una intervención a los dueños ante la mala situación del inmueble, pero ni siquiera obtuvo respuesta.