Javier Díaz circula todos los días laborables por la carretera que separa Boal de Luarca, el conocido como corredor del Navia (AS-12). Vive en la primera capital de concejo y trabaja en la segunda. A buen ritmo y conociendo la sinuosa vía, tarda 45 minutos en llegar a su destino. Estos días está visiblemente indignado: el Principado rechaza hacer una mejora integral del corredor del Navia y da marcha atrás a un proyecto "que parecía llegar y que iba a mejorarnos la vida a todos".
"Llevamos 30 años escuchando lo mismo; cuando hay elecciones todo es posible y, después, se olvidan de nosotros", opina, y señala que la carretera por la que se ve obligado a circular sufre un abandono "total". "Como se quiere hacer algo, pero no se sabe cuándo, ni se conserva lo que hay", señala. "Nos quedamos sin enlace directo con la Autovía y ahora sin obra urgente", concluye.
En la zona preocupa mucho la mala comunicación por carretera con la costa. Los que trabajan fuera se ven obligados a tomar una carretera que tildan de "muy peligrosa". Rocío Ferreira vive y está empleada en Grandas de Salime. Es una de las pocas personas que rozan la treintena y residen en la villa grandalesa. "No viajo por trabajo, pero sí por ocio, por ejemplo, y no se puede tolerar lo que está pasando en esta zona de Asturias".