Se puede decir que Vegadeo contará en pocos días con la primera obra pública de construcción ecológica de la comarca. Se trata de un cenador ubicado en el área recreativa del Noveledo, que están ultimando estos días los alumnos del primer curso de Técnicas de Bioconstrucción que se imparte en el concejo. "Espero que se convierta en una atracción turística más, que la gente venga a verlo y se pueda decidir por un sistema, pues todos son válidos para hacer una vivienda", indica Guido Tomasini, el bioconstructor encargado de la formación y de la dirección de esta obra.
La estructura está expresamente pensada para divulgar las diferentes técnicas y sistemas de construcción ecológica. Con esa idea, cada una de las seis columnas del cenador está realizada con una técnica diferente y se ha decidido que en su parte interior los materiales queden a la vista. "Se podría decir que son muros didácticos, para que se vea cómo está construido. No creo que haya, a nivel nacional, muchas exposiciones permanentes de este estilo", añade Tomasini.
La primera columna, la de estilo más tradicional, está construida en tierra pisada en la base y, en la parte superior, a base de un trenzado de madera y carga de barro. La segunda columna está hecha con bloques de adobe que se elaboraron previamente con barro, paja y arena."Es un muro muy contundente. Además, le hicimos un arco para que se vea que no hace falta hormigón armado para hacerlos", añade el bioconstructor. Hay otras dos columnas elaboradas a base de paja, "lo más radical", y las dos últimas están construidas con madera y ladrillos de termoarcilla, respectivamente. "Mostramos siete sistemas diferentes, de los más tradicionales a los más modernos", añade Tomasini, quien defiende el barro como el mejor material. "Es un regulador de humedad y de olores, y además evita que se pegue el polvo. Aunque choque, es un material muy limpio", precisa.
La bioconstrucción es aún incipiente en España si se compara con su desarrollo en el norte y el centro de Europa y, por eso, Tomasini considera fundamentales este tipo de formaciones que buscan "cambiar la mentalidad de la gente". Este experto no se cansa de repetir que la bioconstrucción no es una utopía, sino algo real que cumple con la norma del código técnico de la edificación y que aporta indudables beneficios a los inquilinos de las viviendas, desde la posibilidad de vivir en un ambiente más sano a la reducción del gasto energético.
"Me ha sorprendido el tipo de casa que se puede concebir usando materiales tradicionales como el barro o la paja. No pensaba que fuesen tan resistentes", señala Ismael Duwison, uno de los siete alumnos que participan en este curso del programa Empleaverde "Construyendo Economía Circular" de la Fundación Biodiversidad.
"Cuidamos la alimentación , pero luego no hacemos lo mismo con la ropa o la vivienda", señalaKarina Pérez, convencida de que es necesario apostar por viviendas más sostenibles.
Al cenador, que se rematará con una cubierta ajardinada, solo le quedan los últimos retoques para poder ser disfrutado por los veigueños.
