Reunir a la familia y sentir las risas de sus bisnietos por casa es de lo que más le gusta disfrutar a Victoria Menéndez a sus 100 años recién cumplidos. Aunque está bien de salud (solo se toma una pastilla para el azúcar), ya no sale de casa. Sus pequeños paseos los hace por el interior del piso tinetense en el que reside con su hijo y su nuera desde hace ocho años, puesto que ella es oriunda del pueblo de Calleras, donde vivió prácticamente toda su vida, hasta los 92 años.
Asegura que no sabe dónde está el secreto para llegar a los 100 años, pero señala que la razón puede estar en su querido pueblo de Calleras, donde tiene algunos vecinos que ya superan los 90 años. "En Calleras hay buena agua, que es la que da toda la vida", subraya. Además, confiesa que la edad no le ha quitado ni el apetito ni el sueño: "Lo que más me gusta es comer bien y dormir".
El campo, trabajar la ganadería y la agricultura, es a lo que se ha dedicado toda la vida, así como a cuidar de su familia, compuesta por cuatro hijos y que ha seguido creciendo con 12 nietos, 15 bisnietos y hasta un tataranieto. Muchos de ellos pudieron reunirse el pasado 24 de enero para celebrar con ella su llegada al siglo de vida.
