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Los expertos piden buscar más restos en la finca de Castropol antes de edificar

"Hay que sondear el terreno en su totalidad para ver qué potencialidad tiene y comprobar si hay más vestigios", afirma el arqueólogo Jorge Camino

Vista general de la finca de As Huertas, en Castropol. T. CASCUDO

Aunque Cultura ha dado el visto bueno para la construcción de una promoción inmobiliaria de 34 viviendas en la finca As Huertas de Castropol, los expertos consultados por este periódico creen que primero habría que explorar el terreno en su totalidad en busca de más vestigios. Consideran que la zanja de más de 100 metros de largo y más de dos de profundidad hallada el pasado verano en el yacimiento (donde previamente se localizaron restos cerámicos de la segunda Edad del Hierro) podría ser una estructura defensiva de un posible asentamiento castreño.

"La finca hay que agotarla antes de construir, habría que sondearla en su totalidad para ver qué potencialidad tiene y comprobar si hay más vestigios", señala el arqueólogo Jorge Camino, autor en los noventa, junto a Yolanda Viniegra, del inventario arqueológico de Castropol. Camino respalda el planteamiento del arqueólogo Ángel Villa que en un reciente artículo ("Apuntes sobre la Edad del Hierro en Asturias. A propósito de las excavaciones arqueológicas de García y Bellido en Coaña") califica de "imprudente" descartar la existencia de un castro y recuerda que estructuras similares a la castropolense se localizaron en poblados del oeste de la Galia y también en tres yacimientos asturianos.

"Tiene todas las características de ser una arquitectura defensiva de esa época", incide Camino, quien aventura, además, que ese foso sirviera para cerrar el itsmo de la villa. Precisamente, Camino jugó un papel clave en la investigación de As Huertas, ya que hace años advirtió a Patrimonio de que se estaba descartando el valor de unas cerámicas halladas en la finca que posteriormente la prueba del Carbono 14 dató en el siglo II antes de Cristo.

"Hay que determinar primero de qué se trata, qué vestigios quedan, y después vendría la decisión de si se conserva o no", incide Camino, quien destaca la tardanza en resolver el expediente de As Huertas. "No conozco ningún caso en el Noroeste en el que se tarde tantos años en constatar si un yacimiento es un castro o no", añade, al tiempo que denuncia el "secretismo" sobre este expediente al que acaban de denegarle el acceso por no ser parte interesada.

Por su parte, Ángel Villa coincide con Camino en que lo "razonable", por el tipo de restos y su cronología, sería investigar a fondo la finca para "trabajar con todos los datos posibles". El arqueólogo castropolense Víctor Manuel Díaz, autor del blog "Castropol: Historia y arqueología", coincide con Camino y Villa en que haría falta una intervención en área para despejar cualquier duda.

Díaz pone el acento en que As Huertas está permitiendo ampliar el conocimiento del pasado de una villa en la cual la toponimia siempre hizo sospechar a los investigadores de un pasado castreño.

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