Las familias del colegio de Santa Eulalia de Oscos (una de las tres escuelas del colegio rural agrupado "Oscos") han acordado no enviar a sus hijos al comedor escolar hasta que se solucione el conflicto existente con el cocinero del centro. La gota que colmó el vaso fue el pasado jueves, cuando el profesional acudió al trabajo en evidente estado de embriaguez e hizo falta la intervención de la Guardia Civil.
"Nuestros hijos no pisarán el comedor escolar mientras esta persona esté en el centro. Tenemos realmente miedo a lo que pueda pasar", advierten las familias en la carta que ayer remitieron a Educación reclamando una rápida solución a un problema conocido y denunciado desde hace doce años. Señalan las familias que no se trata de una lucha contra este empleado, sino contra el sistema que permite seguir ejerciendo a una persona que en su estado actual no está capacitado para trabajar en contacto con menores.
Educación, que conoce la situación desde hace años por los informes que periódicamente le ha trasladado la dirección del colegio, explicó ayer que se ha remitido el caso al departamento de Función Pública al ser el cocinero personal laboral de la administración.
Según el relato de las familias, el pasado miércoles el cocinero, tras ser visto bebiendo en varios bares del pueblo, se presentó en su puesto de trabajo en mal estado y se mostró agresivo con las cuidadoras del comedor. A la vista de la situación se llamó a la Guardia Civil. Señalan las familias que hasta ahora nunca se había vivido una situación de tal gravedad y, por eso, piden la intervención de Educación. "Este hecho nos demuestra que actualmente nuestros hijos no están seguros en el comedor", señalan los progenitores, que se preguntan qué más tiene que pasar para que se tomen medidas en este asunto. Los padres, que tienen el respaldo del centro y del Ayuntamiento, han pedido una reunión urgente con la consejera, Carmen Suárez.
