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Telva y Pinón, descabezados

Los hermanos Falo y Kiko González, encargados de los gigantes y cabezudos de Cangas del Narcea, se retiran tras 40 años y el desfile queda en el aire

Kiko y Falo González al lado de los gigantes, en Cangas. D. Á.

El desfile de gigantes y cabezudos de Cangas del Narcea se queda sin sus impulsores desde hace 40 años, los hermanos Falo y Kiko González, quienes han decidido retirarse y no salir en las próximas fiestas con los gigantes a hombros, a los que hacían bailar por las calles de la villa.

"La principal razón es que ya nos encontramos mayores para seguir llevándolos, en las últimas fiestas cumplimos 40 años bailando a Telva y Pinón", explica Falo González. De hecho, asegura que fue en el pasado Carmen donde se dio cuenta de que "ya no tenemos la misma agilidad y cada año que pasa pesa más", señala.

El desfile de los gigantes y cabezudos está compuesto por los dos gigantes, que aunque en Cangas son conocidos como Telva y Pinón sus cabezas son las de Lilí y Groucho Marx, además hay tres medianos: el príncipe, la princesa y la bruja, y 14 cabezudos, que se encargan de llevar los niños. Sus salidas están marcadas los días 15 y 21 de julio, víspera de los días grandes de las fiestas, y recorren la villa acompañados por la música del grupo de gaitas y tambor "Son d'Arriba".

Falo González recuerda que desde que era un crío le gustaba participar en el desfile portando a uno de los cabezudos. Por aquel entonces había que guardar cola para lograr participar, ya que había menos cabezas para llevar y muchos más voluntarios que en la actualidad. Fue con 17 años cuando se estrenó llevando a un gigante. Uno de sus predecesores en la tarea de hacer bailar a los personajes (eran los conocidos Lulo el Carralo y Firme Laudela) estaba enfermo y alguien le tenía que sustituir. "A partir de ese momento empecé a salir yo y un poco más tarde entró mi hermano y continuamos hasta ahora", apunta.

Aparte de en las fiestas de Cangas del Narcea, entre las que se incluye también la de San Juan, participaron en alguna ocasión en la fiesta del Avellano de Pola de Allande, en San Roque de Tineo y en la de San Martín, también conocida como la de los Humanitarios, de Moreda (Aller).

Ahora esperan que haya relevo para seguir manteniendo la tradición, aunque lo ven difícil. "Las instituciones no valoran mucho a los cabezudos y la salida, deberían darle más apoyo, y la afición del público también decae cada año", lamenta. En este sentido asegura que hubo años en los que los personajes de tamaño mediano no llegaron a salir a desfilar por falta de voluntarios y que muchos de los cabezudos se quedan también en almacén. Incluso afirma que nunca salieron al completo las 19 cabezas que hay en el Ayuntamiento.

Para que quienes les sustituyan, Falo González les pide que "los bailen con el mismo cariño que lo hicimos nosotros, porque si no los llevan con ilusión vale más que no salgan". Una tarea que reconoce que no es sencilla porque hay que tener en cuenta el peso de las estructuras de los gigantes, su altura y el viento. Además, recuerda que los gigantes y cabezudos tienen que salir a la calle para divertir a la gente, aunque reconoce que a muchos les dan miedo. "Antes llevaban vixirigas con las que daban a la gente, pero nosotros las quitamos porque pensamos que hay que salir a divertir al público no para asustar".

Además de hacer bailar a los gigantes, los hermanos González donaron al Ayuntamiento en estos años las cabezas de Groucho Marx y Lilí, también la de un mediano y tres cabezudos.

Ahora la concejalía de Festejos busca a quienes den vida a los gigantes y cabezudos. La edil Laura Álvarez asegura que su idea es que el desfile no desaparezca y afirma que está trabajando para dar una solución.

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