"Me animé a apuntarme porque tengo que bajar de peso por salud y aprender a comer sano". Con esa idea, la de perder unos kilos, se ha apuntado por primera vez Mercedes Fernández a la Escuela de Salud del Ayuntamiento de Tineo, que ayer inauguró una nueva edición de su curso para reducir y mantener un peso equilibrado. Después de nueve años celebrándose, la actividad sigue ganando participantes y en esta ocasión ha llegado a los 150 inscritos, una cifra de récord para una propuesta que en años anteriores rondaba el centenar.

La responsable de la Escuela de Salud, Marta de la Fuente, cree que el éxito del curso está en el creciente interés de las personas en adquirir hábitos de alimentación saludables y porque comprueban que la metodología que se aplica funciona. En la edición pasada el resultado del curso, concluido en el mes de julio, mostró que el 95% de los participantes había logrado bajar de peso y el 5% restante consiguió mantenerse.

Otra de las apuntadas, Carmen Rodríguez, asegura que ella conoce la teoría, pero que le cuesta ponerla en práctica y espera que "hacerlo en grupo me ayude a seguir la dieta".

Pero en el grupo también hay personas que repiten. Es el caso de María del Carmen Morales, que asegura que "nunca es suficiente para aprender a comer sano y mantener una vida saludable, viniendo al curso siempre se aprende algo nuevo y ayuda a mantener los hábitos".

Además, Marta de la Fuente añade que gran parte de quienes retornan al curso lo hacen por lo que supone el refuerzo del grupo. "La importancia de esta actividad reside en el dietista, Ramón de Cangas, pero también en la metodología del grupo como refuerzo, se motivan entre ellos", explica. La propuesta del nutricionista Ramón de Cangas para este nuevo curso es hacerlo más abierto y sin dietas específicas. "Intentaremos seguir un patrón dietético general basado en la dieta mediterránea, en el cual, aunque haya adaptación en cantidades y aspectos relacionados con la edad y las patologías, será un formato abierto que se pueda mantener", señala. Su objetivo es "educar en nutrición y conseguir que el efecto secundario de comer sano sea empezar a perder peso".

Los seguimientos de control de peso se realizarán cada 15 días o un mes e irán acompañados de charlas sobre temas concretos de nutrición para que los participantes del curso entiendan por qué deben ir cambiando sus pautas de alimentación. Además, se incluirán recomendaciones de práctica de ejercicio físico.