"Pasamos de estar en el paraíso a estar en el infierno". Así de contundente es el apicultor Celedonio Santiago al describir la imagen que ha quedado en la zona de Recorba (Tineo) tras el incendio sufrido el pasado lunes. Sus abejas fueron unas de las víctimas de este fuego se inició a última hora del domingo y que no pudo ser sofocado hasta que llegó la lluvia de última hora del lunes. Las llamas calcinaron uno de sus asentamientos, en el que tenía 6 colmenas, pero también ha condenado al otro, puesto que en la zona ya no queda alimento para su supervivencia.

Además de perjudicar a los colmenares asentados en la zona, el fuego también alcanzó plantaciones de madera donde se calculan perdidas de miles de euros e incluso llegó a quemar tuberías de suministro de agua al pueblo.

Los vecinos de Recorba piden que se tomen medidas para poder combatir el fuego, ya que el lunes vieron con impotencia como la falta de pistas accesibles al monte impidieron a los bomberos moverse con sus vehículos para hacer frente a las llamas. "No hay acceso a la zona donde estaba quemando y es una pena que no se hagan unos accesos para casos como estos, porque el fuego se acercó al pueblo y llegamos a pasar pánico", explica.

Una semana antes, fue en la parroquia tinetense de Rellanos donde los vecinos también sufrieron con la llegada de las llamas a las proximidades de varios pueblos. En Coldobrero, los vecinos denuncian que se sintieron "solos y desatendidos". "El sábado se dejó quemar el monte raso y el domingo el fuego arrasó todo lo que teníamos alrededor del pueblo", apunta el vecino José Luis Antón, que calcula que se quemaron 750 hectáreas afectando a plantaciones, abejas y cierres.