La consejera de Educación, Carmen Suárez, confirmó ayer en una visita al colegio de Vega de Rengos, en Cangas del Narcea, que en la actualidad no puede garantizar que la Consejería pueda asumir el coste del comedor y el transporte de los siete alumnos que fueron trasladados a este centro pertenecientes a la escuela de Cibuyo, que se cerró al descubrirse un daño estructural en diciembre de 2014.

"El comedor y el transporte están asociados a que haya una ruta establecida, si cabe una excepcionalidad la veremos, pero no lo puedo garantizar en este momento", explicó la Consejera, que aseguró que era algo que se estaba estudiando para intentar buscarle un encaje. "Las rutas de transporte escolar son las que están establecidas, excepto que haya alguna modificación, y lo estamos mirando para ver si es posible", matizó.

Además, recalcó que las familias afectadas están informadas de la situación. "Saben cuál es la situación y las condiciones que están establecidas en la norma, para cambiarla o añadir algunas excepcionalidades hay que estudiarlas bien", subrayó.

Los alumnos que iban a la escuela de Cibuyo asisten al colegio de Vega de Rengos desde el curso 2016-2017 y desde entonces costean el comedor, que supone 3,5 euros diarios por estudiante. Mientras, del servicio de transporte está haciéndose cargo el Ayuntamiento cangués.

Por otra parte, Carmen Suárez alabó el trabajo que se está desarrollando en el centro, con 40 alumnos que llegan de los pueblos de todo el valle de Rengos, y también el estado de conservación de las instalaciones, para las que no hay inversiones previstas.

Su director, Tito Casado, reconoció que la única necesidad que tendría el centro en este momento en relación a desarrollar obras sería pintar su exterior. "Lleva 25 años sin pintar por fuera, pero aparte no tenemos ninguna necesidad urgente", señaló.

La Consejera incidió también en el conjunto de programas que desarrolla el colegio, entre ellos, un taller de teatro, un proyecto de salud, otro de educación vial y también de emprendimiento. "Debemos destacar cómo un centro pequeño, ubicado en una zona donde todo el alumnado es transportado, puede ser capaz de hacer todo este tipo de proyectos y enseñanzas", subrayó.

Los 40 alumnos están agrupados en cuatro unidades: una de infantil y tres de primaria, y desde el centro, con los diferentes programas que desarrollan, intentan "compatibilizar una enseñanza diferente con un aprendizaje efectivo para que cuando vayan al instituto lleven un nivel adecuado", apuntó el director.