La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

M.ª EUGENIA CASTRO | Maestra jubilada, exdirectora del colegio de Valdepares

"El principal problema que tiene la educación es la injerencia política"

"La escuela rural tiene mucho de qué presumir, hoy es la impulsora de la innovación educativa"

M.ª Eugenia Castro. T. CASCUDO

María Eugenia Castro acaba de jubilarse tras treinta y cinco años dedicada a la docencia, los últimos veintiocho en el colegio público de Valdepares, donde fue directora durante quince de ellos. "Me voy contenta del trabajo realizado por toda la comunidad educativa, porque un centro por el que, en determinados momentos, nadie daba un duro hoy es un centro del que la gente se siente orgullosa", indica esta docente de 60 años, que mañana será homenajeada por su labor.

- ¿Cómo ha evolucionado la educación en sus casi cuatro décadas de ejercicio?

-La educación ha cambiado necesariamente porque la sociedad también ha cambiado. Todavía sufre su principal problema, que es la injerencia política. Que el sistema educativo esté condenado a aguantar los vaivenes del grupo político de turno perjudica muchísimo porque no da ningún tipo de estabilidad.

- ¿Qué tiene de especial la escuela rural?

-Por una parte, las dimensiones humanas, pues trabajas en un entorno donde la gente se conoce y hay una colaboración estrecha. Son centros muy arraigados en su entorno. Además, las aulas multinivel, que se veían como un problema, ahora se ha demostrado que son un medio muy adecuado para el desarrollo del niño. La convivencia es enriquecedora y el poder aprovechar esa diversidad da a la escuela rural su seña de identidad. La escuela rural ha dejado de disculparse por sus características para empezar a presumir y tiene mucho de qué hacerlo. Hoy por hoy es la impulsora de la innovación educativa.

- ¿Existe una apuesta política real por la escuela rural?

-No hay una defensa de la escuela rural, solo postureo. No se defiende porque no interesa. La sociedad rural está totalmente abandonada.

- ¿Qué necesita?

-Lo que necesita, y en eso Valdepares fue pionera, es que la gente la conozca. Cuando eso ocurre, tiene tirón. Valdepares tiene un cincuenta por ciento de alumnado que no es de su ámbito educativo, y eso indica que cuando ofreces lo que la sociedad demanda las escuelas funcionan.

- ¿Cómo han cambiado los niños en los últimos años?

-Observo con preocupación determinados cambios. Creo que sufren la misma contradicción que el resto de la sociedad: por un lado están muy controlados y, a la vez, hay cosas muy desatendidas. Los padres están muy ocupados y hay muy poca comunicación en las familias. Los niños pasan muchas horas delante de las pantallas y luego les cuesta relacionarse socialmente. También considero que hay mucha súper protección y se ven niños que llegan en estados de autonomía más precarios. Veo miedo a ponerles límites, miedo a ejercer la paternidad y a decirles que no. Es un error garrafal pensar que los niños tienen que estar felices todo el tiempo y que sus padres deben ser animadores socioculturales. Es importante decir a los niños que no y también darles pequeñas responsabilidades.

- ¿El maestro está suficientemente respetado?

-El maestro no está lo suficientemente valorado y hay una falta grande de respeto, pero viene de arriba, no de abajo. La Administración no escucha a los equipos directivos ni al profesorado en las cuestiones que se deciden.

Compartir el artículo

stats