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"Navalla", el poemario surgido durante el cuidado del abuelo

El veigueño Pablo Trabadelo publica su primera obra, inspirada de una experiencia familiar: "Fue absolutamente formativa"

Pablo Trabadelo. REP. DE T. C.

"Navalla" es el título del primer poemario del fisioterapeuta Pablo Trabadelo (Vegadeo, 1991), un trabajo que nació de su experiencia cuidando a su abuelo materno los últimos años de su vida. "No son poemas aislados, es un gran poema dividido en veintisiete partes. Tiene una base autobiográfica, pero no habla de mi abuelo; tiene intencionalidad política y social".

Cuenta Trabadelo que su abuelo, que padecía demencia, se quedó solo y, a finales de 2017, decidieron que se mudase desde su casa de Fonsagrada (Lugo) a Vegadeo. La experiencia, "una catarsis", fue difícil para todos: "Se puede decir que a mi abuelo lo trasplantamos de su casa, fue como robarle su libertad. Hasta que él se acostumbró y los demás cogimos el tranquillo fue difícil".

En los meses en los que duró la convivencia, entre finales de 2017 y su fallecimiento hace algo más de un año, aprendió a ponerse en el lugar del otro . "Somos demasiado narcisistas y, en una situación así, cambian las prioridades y te ves obligado a ceder esa posición central para poner en el centro a la persona a la que cuidas. En este sentido, fue una experiencia absolutamente formativa", añade.

Plasmó los versos de "Navalla" en los primeros meses de esta aventura emocional y el texto está escrito a dos voces, la del cuidador y la persona cuidada, que se van fundiendo en una sola. "Con la literatura se busca universalizar lo individual. Puede tener enseñanzas para otras personas en cualquier otro sitio", reflexiona Trabadelo, que compagina su profesión con el estudio a distancia de Filología Hispánica.

El poemario, editado por Bajamar y con una tirada de 130 ejemplares, lleva por título "Navalla" en homenaje a su abuelo y por la fuerza y simbolismo del objeto. "Él tenía una navaja que usaba absolutamente para todo, desde cortar a comer y la frase que más repetía era 'proba ca miña navalla'. Como el texto partió de él me pareció buena idea, porque además una navaja sirve para cosas buenas y malas y me pareció un símbolo muy potente y adecuado", añade, "orgulloso" con el resultado final del trabajo.

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