La directora de la escuela municipal de música de Cudillero, Maite Sagarzazu, está confinada en su casa de Muros del Nalón, pero eso no le impide dar clases online. Se aprovecha de las nuevas tecnologías y del interés de una parte de sus alumnos (14 de los 60) para continuar avanzando en la materia y, sobre todo, hacer posible que otras familias "lleven mejor" la prohibición de salir a la calle.
"La experiencia merece la pena", confiesa esta profesora, que lo lleva a cabo "porque todos podemos hacer algo para estar más animados". En esta aventura cuenta con el apoyo de otro docente de la escuela y compañero de trabajo, Berna González, que imparte lecciones de gaita, tambor y guitarra eléctrica.
Para poder dar clases online "se necesita tiempo y paciencia". Maite Sagarzazu comenta que nunca hasta la fecha se imaginó en este escenario. "Al principio me dio miedo, pero luego pensé que lo mejor que podía hacer era sumar, estar presente, ayudar", cuenta. El fin de semana graba sesiones de las que pueden disfrutar sus alumnos a través de plataformas de libre acceso al contenido. Por semana, los alumnos que han decidido no poner en cuarentena su curso lectivo tienen su hora de clase. "Estoy encantada", confiesa la alumna Angelina Fueyo desde su casa de Salamir. Tiene 63 años y se matriculó este año en la escuela de música.
En esta nueva fórmula vio "una oportunidad". Angelina Fueyo destaca además el carácter optimista de Maite y se sorprende por los resultados del nuevo método. "Nunca será como una clase presencial, pero se puede avanzar; yo creo que no estudié tanto los meses pasados como este", destaca. A las nueva sesiones se han apuntado hasta dos miembros de una misma familia, que, "emocionados", han aprendido a tocar, gracias al tesón del equipo de la escuela de música, una versión de "Hallelujah" de Leonard Cohen.
