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Vivir de la moda en pandemia

"En cuanto pase esto, espero ponerme a tope otra vez", señala el diseñador tapiego Arturo Obegero, que ha estrenado tienda online

Modelos participantes en el desfile celebrado en París.

El COVID-19 no se lo está poniendo nada fácil al tapiego Arturo Obegero, que presentó su última colección en París a principios de marzo y pocos días antes de que se decretasen las medidas de confinamiento en medio mundo para frenar la epidemia. Pese a todo, no se ha parado, y a principios de abril presentó su tienda online, un escaparate para su marca, que lleva su nombre y camina con paso firme en el mundo de la moda.

"Estoy muy contento. Para ser una marca recién inaugurada, la página está yendo muy bien y ya vendimos como diez piezas, desde amigos a estilistas famosos", señala Obegero, satisfecho con la respuesta y también con las críticas positivas que está recibiendo sobre su colección y sobre la estética de la propia web.

"No me puedo quejar", admite el diseñador. No se queja, pero podría hacerlo, porque el COVID-19 frenó en seco algunos de los proyectos que tenía en marcha tras la presentación de su colección en plena Women's Fashion Week de París. "Con esto del coronavirus se canceló todo, las sesiones que tenía concertadas y también un meeting con un estilista para vestir a una artista. Ahora toca esperar y en cuanto pase esto, a tope otra vez", incide el tapiego. Es consciente de que esta excepcional situación sanitaria también causará un impacto en el sector de la moda, que, para empezar, ha visto cómo se han ido cancelando todos los desfiles previstos para esta primavera. "Toda la industria está investigando ahora la manera de proceder a partir de ahora, cómo hacer las presentaciones de los desfiles...", comenta.

En lo tocante a su web (arturoobegero.com), ha puesto a la venta un total de cinco prendas de su colección "Palmira", en homenaje a su abuela materna. "Palmira" fue el trabajo que ejecutó como fin de estudios en la prestigiosa escuela londinense Central Saint Martins. Tras concluir sus estudios, y con esta colección bajo el brazo, ingresó en la casa Lanvin, que dejó meses después con la firme idea de apostar por su marca propia. El resultado fue "Academia", su segunda colección, que presentó el pasado 3 de marzo en el parisino Instituto Cervantes.

De "Palmira" se pueden comprar los pantalones "Gades", en homenaje al bailarín Antonio Gades, la camisa "Pedro" (por su abuelo) en dos colores y dos top escotados, bautizados "Querelle", en alusión a la película de Rainer Werner Fassbinder. "El pantalón es lo que más se vendió hasta ahora", admite. De hecho, ya está pensando en reeditarlo, pues tiene cuatro personas en lista de espera para la talla S.

Obegero decidió hacer solo diez piezas de cada prenda con la idea de no acumular stock y también para poder ofrecer cierta exclusividad a la clientela. "Quiero que el cliente sienta que está comprando algo especial", apunta. En esto, explica el tapiego, quiere ser muy responsable: huye de la superproducción y todas sus prendas se confeccionan con restos de telas de grandes casas de moda.

Pasa la cuarentena en el corazón de París, pues optó por no regresar a casa para no poner en riesgo a los suyos en caso de contagiarse con el virus. "Imagínate que llevo el virus a Tapia. Hay que ser prudente y responsable", apunta.

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