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ÓSCAR PÉREZ | Alcalde de Valdés por el PSOE

"Valdés tendrá un Aula del Mar mientras se construye el Museo del Calamar Gigante"

"En este momento, el Ayuntamiento tiene que ser creativo para ayudar, no dar subvenciones directas incompatibles con las de otras administraciones"

Óscar Pérez. A. M. SERRANO

El Alcalde de Valdés, Óscar Pérez (PSOE), asegura que "no tiene quejas" de su casi primer año de mandato político porque está "encantado de poner defender los derechos de su concejo más allá del tiempo de dedicación, que es mucho", y de los sinsabores propios de cargo. "Cuando uno se presenta a la Alcaldía, gana y hace lo que le gusta no debe quejarse", opina. Ganó las elecciones municipales en Valdés después de un tenso proceso electoral de la agrupación local que mostró las diferencias entre el socialismo municipal valdesano de antes y el actual. Tiene 30 años ("no se es mejor político por ser joven ni por ser veterano", dice) y confiesa que la crisis provocada por el coronavirus ha puesto a prueba su capacidad para decidir en tiempo récord: "Ha sido todo muy estresante".

- ¿Cuál es el balance de su casi primer año de mandato?

-No puedo hablar de un balance de un primer año normal por la actual crisis sanitaria, que hace que todo se observe desde otro ángulo. En todo caso, el trabajo del gobierno municipal ha sido y es prudente. Hemos puesto mucho de nuestra parte para contener el golpe sanitario y económico en el concejo, para amortiguarlo lo más posible en Valdés. Por lo demás, hago una valoración positiva del primer año de gobierno. Hemos activado una nueva oferta formativa y empresarial gracias a los acuerdos con la Cámara de Comercio y la Univerisda de Oviedo. Son iniciativas que creo que marcarán un tiempo nuevo en el concejo, aunque ahora todo esté centrado en detener el avance del coronavirus. También hago una buena evalución del trabajo hecho en la zona rural, especialmente en caminos. En total, en dos ejercicios se han invertido 1,4 millones de euros. Es una cantidad importante, sí, pero hay que recordar que para los caminos utilizamos aglomerado, con mejores resultados. Ahora, tenemos pendiente el cambio de todo el sistema de luces público. La modernización se hará entre 2020 y 2021.

- Gobierna en minoría, y sin embargo ha logrado el apoyo de la mayoría del pleno en casi todas sus propuestas. ¿Cuál es el secreto para lograr el consenso pese a la disparidad ideológica de los partidos?

-Gobernar en minoría siempre es una aventura. En el Occidente de Asturias estamos acostumbrados a mayorías o pactos de gobierno, pero también es posible dirigir un Ayuntamiento alcanzando acuerdos puntuales con otras fuerzas. Creo que nosotros, al menos, lo estamos demostrando. Lo que está claro es que hay que negociar mucho para poder hacerlo, hay que tener informados a todos los partidos de la oposición y en Valdés sabemos que somos muchos: cinco con la concejala no adscrita. Eso sí, yo veo que hay intereses comunes y que apreciamos los mismos problemas y, muchas veces, por cierto, damos casi las mismas soluciones.

- Al inicio del mandato anunció que Avanza Valdés (Podemos-Equo e Izquierda Unida) se convertiría en su socio preferente. No ha sido así. ¿Qué ha pasado?

-No quisieron ser socios de gobierno, así que es mejor hablar de tratamiento preferente. Llamamos antes que a nadie a Avanza Valdés hasta que llegó la votación de los presupuestos de este año y votaron en contra. Es decir, es como una enmienda a la totalidad, a todo lo que planifica el gobierno. Entonces me di cuenta de que no siempre podía contar con ellos. Sin duda, es el grupo más cercano ideológicamente al PSOE, aunque lejano en las decisiones del día a día. Yo creo que nuestras posiciones tienen que encontrarse de cara a 2021. Debemos tener capacidad de acuerdo con Avanza y viceversa. Ambas formaciones debemos hacer autocrítica.

- ¿Cómo ha vivido desde el sillón de la Alcaldía la crisis sanitaria?

-Me despierto pensando en el número de contagios y de fallecidos. Es un momento difícil para los que gobernamos porque cada decisión puede salvar vidas... o no. Cada medida puede afectar a muchas personas. Para mí, fue muy delicado, por ejemplo, tener que cerrar el concejo y cumplir a rajatabla con las directrices del Gobierno central para que nadie de otros lugares entrara en Valdés. En este sentido, la Policía Local trabajó intensamente. Ya no sé cómo calificar su trabajo. Ha sido increíble. Por lo demás, creo que hemos hecho lo adecuado en cuanto a la gestión de impuestos y tasas. Sé que retirar estos gravámenes tendrá como consecuencia no poder hacer cosas que me pedirán en noviembre, pero también creo que en esta situación es obligación para un alcalde intentar salvar el tejido empresarial municipal, y desde esa premisa siempre he actuado, sí, con fuerza.

- Ahora que la pandemia ha cambiado muchas cosas, entre ellas las costumbres sociales y de agrupación, ¿cuál es su proyecto para el concejo?

-Queremos que Valdés esa competitivo dentro de unos meses y por eso no estamos esperando a ver qué pasa. Estamos invirtiendo ahora, ya, en turismo, y habrá promoción económica a través de obras públicas. Cada concejo tiene que tener claras cuáles serán sus armas para competir y Valdés partirá de una buena posición. Pero para obtener frutos, las decisiones hay que tomarlas ahora. Nuestro proyecto pasa por reactivar las sendas del concejo y poner especial atención a los jardines de la Fonte Baixa y a las playas. Todo estará preparado para recibir al visitante cuando se pueda viajar y disfrutar al aire libre y sin aglomeraciones. Y no solo apostamos por el turismo. Muchos sectores se han visto afectados e intentamos ofrecer nuestro hombro. En el sector del taxi, hemos pedido pasar a servicios mínimos. A nivel de hostelería, intentaremos que se pueda ampliar el espacio de las terrazas. Tenemos que tener soluciones creativas para los tiempos que se avecinan. De nada sirve ofrecer ayudas directas que son incompatibles con las que ofrecen otras administraciones.

- Fue uno de los primeros ayuntamientos en retirar algunos gravámenes a los negocios que tuvieron que cerrar por el estado de alarma.

-Sí. Los técnicos encontraron y están encontrando fórmulas. Hay que tomar decisiones a mucha velocidad y yo sólo intenté ayudar a las empresas de Valdés.

- ¿Qué ocurrirá con las fiestas del verano que están subvencionadas, como las patronales de San Timoteo?

-Sabemos que llegarán días complicados y que habrá que tomar decisiones, pero no puedo ni quiero ser una alcalde imprudente y siempre habrá que cumplir con las directrices nacionales. Por lo demás, no se podrá subvencionar lo que no se haya realizado o justificado.

- Cuando se decretó el estado de alarma tenía pendiente conocer la resolución del juez sobre el Cine Goya para conocer si habrá o no demolición de una parte de este edificio que albergará el Museo del Calamar Gigante de Luarca. ¿Hay avances?

-Los trámites procesares están parados y no sabemos qué pasará. Tampoco está en nuestras manos. El gobierno ha hecho lo posible por evitar la demolición, pero ahora debe decidir el juez. Eso sí, sea como fuere, la crisis sanitaria retrasa todos los tiempos. Por este motivo, estudiamos abrir un Aula del Mar temporal para mostrar la colección que tenemos mientras se acondiciona el futuro Museo del Calamar Gigante. Nuestra idea es promocionar un paquete turístico que muestre los jardines de la Fonte Baixa, un recurso que ya tenemos disponible y al que ahora dedicaremos más esfuerzo económico, y el Aula del Mar. El Museo de Calamar Gigante, en el mejor de los casos, lo veremos en 2022.

- ¿Qué opinión tiene de la oposición? ¿Le ha sorprendido la renuncia de la portavoz de Ciudadanos, Teresa Suárez?

-Es momento de estar unidos frente a la crisis sanitaria y económica. Solo espero que Ciudadanos de Valdés supere pronto sus problemas internos -que son evidentes tras la marcha de la concejala Andrea Nogueira al grupo de no adscritos y la renuncia de Teresa Suárez-, y puedan centrarse en lo importante. En cuanto a otros grupos de la oposición, con el PP tengo diferencias, pero entiendo que el portavoz, Carlos López, cumple con su labor desde el respeto. Es el portavoz que atiza fuerte al gobierno, si se me permite la expresión, pero lo veo normal. Es una confrontación hecha desde la elegancia. Siempre veo por su parte argumentos sólidos. Me podrán gustar más o menos, pero están trabajados. Me alegra que sea así, porque hace no mucho la política estaba muy crispada y se perdían las formas. Los políticos del siglo XXI debe ser líderes elegantes.

- En su equipo incorporó a personas sin experiencia el política. ¿Está satisfecho?

-Todos han hecho hasta ahora un gran trabajo. Lo que esperaba de ellos. Me ha sorprendido la Concejalía de Urbanismo, dirigida por Sara Fernández, por su capacidad para gestionar y dar salida a los edificios en ruinas de Luarca y Trevías. Algo histórico. También es muy importante la labor del edil de Obras, Marcos Fernández. El trabajo que está haciendo en la zona rural es encomiable. Es una persona muy querida.

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