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ROMÁN HERRERO | Presidente de la asociación "Fuentes del Narcea", renuncia al cargo

"Las repoblaciones han de hacerse donde haya una necesidad, no es soltar por soltar"

"No tengo palabras de reproche para nadie, he agotado el cupo de errores que puede cometer un presidente"

Román Herrero, en el centro de Villajur. D. ÁLVAREZ

El presidente de la asociación de pescadores "Fuentes del Narcea", Román Herrero, ha anunciado que antes de finalizar el año presentará su dimisión "con carácter irrevocable". Su previsión es convocar la asamblea para hacer efectiva su renuncia sobre el mes de octubre, una vez que finalice con los trámites anuales que debe realizar el colectivo. Román Herrero (barrio de Santa Catalina, en Cangas del Narcea, 1959) es uno de los socios fundadores de la entidad, que nació en 2005. Durante los primeros cuatro años Manuel Fidalgo presidió la asociación y Herrero fue su segundo, asumiendo seguidamente la presidencia, cargo que ha venido ejerciendo en los últimos once años.

El actual mandato finalizaría en 2022, fecha en la que tenía previsto dejar el cargo. Adelanta su renuncia después de que se haya desatado una crisis interna en la junta directiva de la asociación, en la que la mitad de los miembros decidieron dimitir por discrepancias con el presidente, que defendió públicamente la veda de la pesca en los ríos este año.

-¿Por qué decidió adelantar el momento del cese en el cargo?

-Vives en un sueño y de repente toca el despertador; es la hora de levantarse, desayunar y continuar con la vida. Así de simple. En 2018, como refleja el acta de la asamblea, ya hay constancia de que mi dimisión sería irrevocable al finalizar el mandato en 2022. Son 11 años como presidente y creo que es necesario renovar los cargos. La gente con nuevas ideas, nuevos proyectos, nuevas ilusiones, están en el derecho de coger el rumbo de la asociación para llevarla a donde crean oportuno. Además, quiero recalcar que no tengo palabras de reproche hacia nadie, simplemente asumo en primera persona los fallos cometidos en esta asociación. Siendo el mayor de los errores que he cometido el robarle muchas horas a mi familia.

-La dimisión se hará efectiva en una asamblea que prevén celebrar en octubre.

-Ahora lo que me toca es tenerlo todo en orden para presentar a finales de septiembre o principios de octubre las facturas para que la asociación obtenga la subvención de la Consejería de Desarrollo Rural y completar las repoblaciones de alevines que hacemos conjuntamente con la Consejería. También quiero organizar antes de la asamblea una exposición fotográfica. Calculo que será a principios de octubre y en Cangas del Narcea, porque somos de aquí, y en ella haremos un balance de estos 15 años. Porque esta asociación no solo nació y se creó para defender al pescador y la pesca, sino que ha participado en el día a día de la vida social de nuestro concejo y ha demostrado el amor a la tierra, y eso es lo que queremos reflejar.

-¿Qué balance realiza?

-Ha sido muy positivo desde que empezamos. Los comienzos no fueron fáciles y sufrimos muchos inconvenientes, como cuando se rompió la estacada, la presa (que lleva el agua al centro ictiogénico de Villajur). Pero son 15 años de ilusión, sueños, y estoy moderadamente satisfecho. Tengo un enorme agradecimiento al Centro de Apoyo a la Integración de Penlés por habernos dejado entrar en su casa, porque ha sido de las actividades más enriquecedoras, así como las limpiezas de ríos o la participación en Narcenatur. También he cometido muchos errores y creo que el cupo que un presidente de una asociación puede cometer los he agotado. Ahora le deseo la mejor de las suertes a quien se haga cargo de la asociación.

-¿Considera que deja algo pendiente?

-Nuestro proyecto ha tocado techo, no se podía crecer más, el centro de Villajur no tiene capacidad porque es un molino. Para mí la guinda son los muestreos de repoblación que se están haciendo, estamos pendientes de tres, y si saliesen tan positivos como el primero le daría la razón de ser al centro ictiogénico que se creó. En él comprobamos que las truchas que soltamos se adaptan al río y eso hace que el esfuerzo haya servido. También es verdad que ese muestreo reflejó que no se aumenta la cantidad de truchas en el río, que la carga que tiene es la que es, por lo que las repoblaciones deben hacerse con criterio, donde se demuestre que hay una necesidad de alevines, y no soltar por soltar.

-¿Qué pasará con el centro de Villajur?

-Villajur tiene un propietario con el que firmamos un acuerdo personal en 2010 Manuel Fidalgo, Carlos Menéndez y yo. No es de la asociación ni está en régimen de alquiler, fue un acuerdo fruto del compromiso de respeto y amistad. Ahora, cuando nosotros finalicemos la actividad allí, tendremos que restituirle la finca, ya se lo hemos comunicado y le hemos pedido que nos dé hasta el 31 de diciembre para que podamos sacar todo el material de las asociaciones, porque la asociación "El Banzao", de Tineo, también forma parte del proyecto del centro.

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