La "desescalada" en las terrazas de la capital tapiega será lenta; de hecho, la primera abrió sus puertas ayer y el grueso se espera para junio. "Nuestro problema es el clima", reconocía ayer un hostelero consultado. En el sector hay incertidumbre y muchas dudas, así que, en líneas generales, no tienen prisa por abrir. "Creo que mayoritariamente se abrirá en junio, si es que no hay ningún rebrote. Ahora estamos preparando todo y trabajando con el Ayuntamiento en diferentes propuestas", precisa la secretaria de la Asociación de hostelería y turismo de Tapia, Elisa González.

El hecho de que el lunes, primer día en que las terrazas tenían autorización para funcionar, no hubiera ninguna disponible generó cierto malestar en la villa y también las quejas de algún hostelero al respecto de la lentitud en la concesión de los pertinentes permisos. El PP, principal partido en la oposición, pidió agilidad en los trámites y flexibilidad a la hora de facilitar la ampliación de los espacios disponibles para su instalación.

Desde el gobierno local, la Alcaldesa, Ana Vigón, defendió ayer su gestión y explicó que la primera terraza se autorizó el martes y su retraso "en modo alguno se puede imputar al Ayuntamiento, ya que hasta el pasado jueves no cumplía los requisitos para su concesión". La regidora explica que las críticas en las redes sociales sobre este tema han generado "una alarma innecesaria en un momento que bastante incertidumbre tiene". Ante la petición de disponer de más espacio para las terrazas se mostró dispuesta a conjugar "la movilidad segura y la accesibilidad de nuestros espacios públicos con el mantenimiento del empleo y la actividad económica" y reclamó unión para que el resultado final beneficie al concejo.

En Tapia opera desde enero de 2017 una ordenanza de terrazas que regula los criteros de instalación de estos espacios y que fija como plazo de solicitud el 30 de enero. No obstante, de manera excepcional permite la petición a lo largo del año, siempre que se pida con un mes de antelación a la fecha prevista de apertura. En este sentido, el gobierno local explica que hasta el 30 de enero el consistorio recibió cuatro solicitudes, algunas incompletas por falta de documentación y otras por tener pendiente de pago la tasa de terraza del año anterior. En este sentido, el consistorio precisa que a día de hoy hay tres hosteleros que no han pagado las tasas de 2019, lo que supone un motivo de denegación de la siguiente solicitud.

A las cuatro peticiones que se cursaron dentro de plazo hay que añadir dos más que se formalizaron entre el 1 de febrero y el 14 de marzo, y desde el 11 de mayo se han recibido cinco solicitudes más. Esto es, ahora mismo el Ayuntamiento tiene sobre la mesa diez solicitudes pendientes de resolver.

Los profesionales consultados por este periódico se muestran cautos sobre sus perspectivas de apertura. Los que tienen terraza dentro de sus instalaciones fían la apertura al tiempo de este fin de semana y los que están pendientes de la licencia confían en que se les permita más espacio del normal para que compense la actividad. Lo que sí está claro es que los vecinos tienen ganas de terraza y ayer no faltó público en la primera de la villa.