Si el covid-19 no se hubiera cruzado en su camino, Vegadeo se vestiría hoy de gala para inaugurar la 57ª edición de su Feria de Muestras, la cita ferial decana del Occidente y la segunda más antigua de Asturias, tras la de Gijón. Para los veigueños, la tradicional "Silvallana" es probablemente el principal evento del año, punto habitual de reencuentro y también motor económico del concejo; por eso, su cancelación se vive con un sentimiento de pena y vacío compartido.
"La Feria es algo más que un encuentro comercial y económico, porque hay un componente afectivo y un ambiente de fiesta y alegría que, por otra parte, es el perfecto complemento de la parte comercial. Por eso, es inevitable que vivamos estos días con una cierta nostalgia, pero también con la seguridad de que el entusiasmo revivirá el próximo año", señala el cronista oficial, Luis Casteleiro. El Alcalde de Vegadeo, César Álvarez, coincide con Casteleiro en que no disfrutar del certamen supone "mucha tristeza, pues es punto de encuentro habitual, incluso hay gente que solo se ve en la feria".
Además, añade, a nivel comercial supone un palo importante para la economía local, y reconoce que son muchos los empresarios que estos días preguntan si no se piensa en organizar algún evento alternativo. En eso está el gobierno local, que está trabajando con la asociación de comerciantes (Ascove) para organizar unas jornadas de comercio a finales de este mes y, a mediados de septiembre, confían en hacer una feria del automóvil.
El regidor indica que en el presupuesto de Vegadeo de este año hay una partida de 144.000 euros reservada para la feria, pero no es una cifra real, ya que tiene en cuenta los alrededor de 115.000 euros que se generan en ingresos. Por eso, no pueden destinar el dinero a otras actividades como sugieren algunas voces. "No soy economista para hacer el cálculo, pero ese dinero en movimiento genera muchos beneficios", señala para remarcar el daño que provoca la cocelación. Hace hincapié además en que la feria suponía cada año una puesta a punto del concejo de cara a la temporada estival, algo que está aún pendiente de realizar.
La presidenta de Ascove, Isabel Menéndez, reconoce que la cancelación del evento se vive "con pesar, pero conscientes de que la situación es la que es y no se puede correr el riesgo de promover una concentración tan importante de personas". Menéndez reconoce que al pueblo "le supone una pérdida económica grande, pero lo primero es lo primero y hay que priorizar". En este sentido, anima a coger la feria del año próximo con más fuerza.
La exalcaldesa Servanda García dice que en el pueblo se vive estos días una situación extraña. "Nunca había dejado de haber feria, así que es una sensación muy rara. La feria no es cosa de cuatro días, sino que ya la semana anterior hay movimiento y genera una enorme repercusión económica en el pueblo y en toda la comarca. Es el mayor evento que se celebra en Vegadeo y, por eso, tenemos una sensación de vacío", señala la socialista, que gobernó durante veinte años.
Para Juan Santiago, que fue concejal de Cultura con el Alcalde Juan Antolín Rato, la anulación del evento deja "una especie de vacío", aunque desea que el gobierno local promueva algún evento que "rellene el hueco y haga correr el ordinal", para no dejar un año en blanco en tan larga historia. "Económicamente queda un destrozo muy importante en la economía local, que se notará a medio plazo", incide.
La exalcaldesa Begoña Calleja también cree que debería buscarse otro momento para organizar un evento que "sirva de revulsivo", ya que, señala, la feria sobrevivió incluso en años de riadas como la de 2010. "Es muy triste que no la haya porque es un motor para el pueblo y punto de encuentro", incide.
