La Fiscalía Superior de Asturias investigará la contaminación de un manantial en la Sierra de la Curiscada, en Tineo, de cuya agua se beneficiaban las reses de siete ganaderos y cooperativas que cuentan con licencia de aprovechamiento de los pastos comunales en esa zona, en total, unos 600 animales. Los afectados denunciaron el hecho el pasado mes de mayo ante el Seprona y la Confederación Hidrográfica, además de hacer partícipe a la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies que llevó el caso ante la Fiscalía de Medio Ambiente y los gobiernos local y regional.
La Coordinadora Ecoloxista y el presidente de la comunidad de usuarios del agua, José Luis González, apuntan a que en la zona se produjeron vertidos de residuos de la planta de tratamiento ubicada en el polígono de la Curiscada tinetense, que aseguran que trata restos de la industria alimentaria, mataderos, lodos de depuradoras, purines, entre otros. "Durante cuatro días se vio cómo las cubas iban a tirar ese líquido residual a 50 metros del nacimiento del agua y no hacían un riego, sino que se abrió la compuerta de la cisterna y se dejó salir", denuncia el ganadero.
En abril, los ganaderos comenzaron a llevar sus reses al pasto y cuando empezaron a bombear el agua para que llegase a los bebederos se encontraron con que salía marrón y con un fuerte olor. De hecho, José Luis González explica que dos vacas murieron por ingerir esa agua contaminada y que desde mayo, los ganaderos están llevando agua a los bebederos en cubas desde otras zonas. "En las analíticas que hicimos hay amonio y otras sustancias", subraya.
El grupo ecologista cree que se puede estar produciendo un delito contra los Recursos Naturales y el Medio Ambiente, previsto en el artículo 325 de Código Penal, y esperan que las administraciones "tomen medidas preventivas para evitar la dispersión de contaminantes".
El Ayuntamiento de Tineo asegura que está estudiando la procedencia del vertido y cómo se aplicó, así como las condiciones de la traída de agua afectada.
