Cudillero tendrá este año un sermón de l'Amuravela diferente por la pandemia del coronavirus (será a las 10 de la mañana, no al mediodía, y habrá aforo limitado por la colocación de sillas) y esta decisión, consensuada por el Alcalde, el recitador, la comisión de fiestas y la cofradía religiosa, divide al concejo.
El cronista oficial de Cudillero Juan Luis Álvarez del Busto, considera que las personas clave para decidir sobre el particular sermón "son el patrón de la cofradía, el párroco y el autor del sermón, y si ellos están de acuerdo y el acto cumple con los requisitos legales exigibles, no hay nada que objetar", dice. "Partiendo además del hecho de que se trata de un acto de libre concurrencia: quien quiera, asiste, y quien no quiera, pues no", añade Álvarez del Busto.
La asociación que reúne a la mayor parte de las empresas turísticas (Cudillero Empresas de Turismo Asociadas) tiene otra opinión. Su gerente, Vanina Posada, entiende que todos los actos que pueden ser multitudinarios, incluida l'Amuravela se deberían suspender. ¿El motivo? "Por su alto riesgo de generar una multitud incontrolable de gente", indica. Además, se muestra a favor de un planteamiento que en su día valoró el Ayuntamiento: "Debería retransmitirse desde una ubicación sin la posibilidad de atraer a multitudes".
Para el que fue presidente de la comisión de fiestas durante 44 años, Aquilino González, "el coronavirus no debe parar las tradiciones". "Es cierto que será un sermón diferente, pero por lo menos tendremos sermón", señala, y recuerda que el recital a San Pedro tiene un origen muy remoto (el siglo XVI) "y solo por eso se debe intentar hacer lo que se pueda". Eso sí, pide civismo a los asistentes que, en condiciones normales, son miles. "Si los que acuden lo hacen como deben no habrá problema", destaca.
Para Felipe Fernández, edil del PP pero que se expresa particularmente como hostelero, será "doloroso ver los cambios de este año", pero también "será un alivio" comprobar que todo vuelve, incluida la agenda de ocio. "Dicho esto, la seguridad va a ser complicada porque, al margen de que no se produzcan aglomeraciones durante el recital en la plaza, se tendrán que evitar en otros puntos del pueblo y habrá que tener especial precaución con aquellos que no lograrán asiento", subraya.
Para otras personas con origen en Cudillero y residencias habituales en otros puntos de Asturias este encuentro es preocupante. Al menos así lo cree Alma González, vecina de Avilés y natural de Cudillero: "Yo opino que no se debería celebrar; se podría editar y luego comprar y leer en casa. Es una pena, desde luego, pero todos entendemos que es un año excepcional", opina. "Este año está fuera de lugar", indica, y añade que "todos los ciudadanos, en mayor o menor medida, en nuestras vidas, en nuestros trabajos y en las familias, hemos tenido que tomar precauciones y ajustarnos y adaptarnos a la situación tan difícil que tenemos, y no entiendo cómo no se puede prescindir de un pregón". Además, González señala que l'Amuravela "no será lo que es sin todos sus vecinos allí, juntos, escuchando, quedará deslucida y fuera de lugar".
La portavoz de Podemos, Sonia Busto, apoya el acto, "con dudas sobre lo de poner sillas sin reserva porque puede generar aglomeraciones para garantizar el sitio", opina, y muestra "preocupación" por la gente que no consiga aforo "y los vecinos del pueblo que por cuestión de horarios puede verse desplazada en favor del visitante ocasional". La portavoz de Ciudadanos, Mariví Sánchez, advierte de que será difícil garantizar las distancias: "Confiamos en la gente y en la Policía Local". El portavoz del PP, Ignacio Escribano, no atendió la llamada de este diario.
