Dice el refrán que "no hay mal que por bien no venga" y algo así está pasando en el albergue municipal "Mar y Montaña", de Vegadeo. No en vano, el cierre de A Mariña por el rebrote de coronavirus está haciendo que los peregrinos opten por descubrir la ruta histórica del Camino del Norte, que deja Asturias por Vegadeo, en lugar de la opción más popular en los últimos años que es cruzar el puente de los Santos en dirección a Ribadeo (Lugo). "Con el cierre, todos están obligados a conocer este camino", sentencia la hospitalera veigueña Lilian de Campos.
Vegadeo construyó hace dos años el albergue veigueño con idea de relanzar la ruta histórica y poco a poco está logrando resultados. Aunque el equipamiento reabrió sus puertas tras el parón del covid-19 el 1 de julio, dice De Campos que la situación de A Mariña se está haciendo notar estos días. "El cierre nos ha servido para ganar visibilidad. Los peregrinos preguntan cuál es la manera de seguir el camino y se sorprenden cuando descubren que pueden seguir hasta aquí. Me dicen 'pero ¿pasa por Vegadeo?", añade, satisfecha por la divulgación de una ruta "que llevaba años olvidada".
Desde el lunes, cuando se prohibió la entrada y salida en los concejos de A Mariña, los hospitaleros han dado diversas alternativas a los peregrinos para seguir el Camino. Una vez en Vegadeo, algunos optaron por seguir el camino en dirección a San Tirso usando la Vía Rexia, que se adentra en Galicia por el concejo de A Pontenova, fuera de las restricciones. Otros apostaron por seguir la ruta del Norte y decidieron tomar un taxi hasta Abadín (Lugo). "En Vegadeo hay un taxi de ocho plazas, así que se reunían varios para cogerlo juntos y ahorrar", precisó De Campos.
La decisión adoptada ayer por el Gobierno gallego pone las cosas más fáciles a los peregrinos, ya que libera por completo el trazado histórico del Norte. Los peregrinos pueden seguir desde Vegadeo por la ruta señalizada hasta Lorenzana (30 kilómetros) o hasta Mondoñedo (38 kilómetros), pues la opción de alojamiento a donativo que existía en Trabada (bautizada "Casa Xica") ha cerrado sus puertas recientemente. "Hasta Mondoñedo es una etapa dura a pie, aunque para ciclistas es perfecto", apunta la hospitalera veigueña, que indica que estos días está recibiendo muchos peregrinos en bici.
El covid ha obligado a De Campos a reducir el aforo a la mitad, así que estos días ofrece tan solo doce plazas con un estricto protocolo de seguridad para evitar contagios. El resto de los días ha tenido una media de entre seis y ocho peregrinos. La mayoría son españoles, aunque ha registrado también dos bretones y un alemán. Pese a la difícil situación sanitaria, se muestra "contenta y con ilusión".
Por otro lado, el Ayuntamiento de Castropol acaba de adjudicar la gestión del albergue de Tol. No obstante, el Alcalde castropolense, Francisco Javier Vinjoy, precisa que la adjudicataria no abrirá de forma inmediata por las situación sanitaria. Así las cosas, el albergue podría seguir cerrado otro verano.
